Dos mil personas viven sobre ductos en Villa Montes
Alrededor de 2.000 personas viven sobre los ductos que transportan gas hacia Argentina en Villa Montes y las llaves de una conexión están en inmediaciones del mercado Campesino de este municipio. La población teme por su seguridad después del incidente que dejó dos personas fallecidas. La...
Alrededor de 2.000 personas viven sobre los ductos que transportan gas hacia Argentina en Villa Montes y las llaves de una conexión están en inmediaciones del mercado Campesino de este municipio. La población teme por su seguridad después del incidente que dejó dos personas fallecidas.
La asambleísta de Villa Montes por Integración Sociedad Autonomía (ISA), Norma Flores Gutiérrez, manifestó su preocupación por la falta de acciones de prevención de las autoridades de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y pidió que los ductos que se encuentran cercanos a las viviendas de la población sean trasladados.
Las comunidades, algunas indígenas, también deben convivir con los ductos a unos cuantos metros de sus casas. Los pobladores se acostumbraron a la invasión de ductos y la mayoría del tiempo no los toman en cuenta, hasta que alguno explota y destruye el silencio de un municipio olvidado desde el auge de la producción del petróleo.
La muerte de dos personas y las graves quemaduras de dos niños, a causa de una explosión, alertó a los habitantes de Villa Montes. La evidencia del peligro en su cotidianeidad ya no tiene vuelta atrás.
“Nos mienten. No quedará ahí. Nos vamos a preparar para hacerles entender que ya no pueden jugar con las vidas humanos. Ese ducto tiene que irse donde no hay gente”, expresó Flores.
Por otro lado, desmintió los anuncios de los políticos al afirmar que el 90 por ciento de Villa Montes cuenta con gas domiciliario. “Es una gran mentira. Nosotros estamos viviendo con leña”, explicó.
La asambleísta de Villa Montes por Integración Sociedad Autonomía (ISA), Norma Flores Gutiérrez, manifestó su preocupación por la falta de acciones de prevención de las autoridades de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y pidió que los ductos que se encuentran cercanos a las viviendas de la población sean trasladados.
Las comunidades, algunas indígenas, también deben convivir con los ductos a unos cuantos metros de sus casas. Los pobladores se acostumbraron a la invasión de ductos y la mayoría del tiempo no los toman en cuenta, hasta que alguno explota y destruye el silencio de un municipio olvidado desde el auge de la producción del petróleo.
La muerte de dos personas y las graves quemaduras de dos niños, a causa de una explosión, alertó a los habitantes de Villa Montes. La evidencia del peligro en su cotidianeidad ya no tiene vuelta atrás.
“Nos mienten. No quedará ahí. Nos vamos a preparar para hacerles entender que ya no pueden jugar con las vidas humanos. Ese ducto tiene que irse donde no hay gente”, expresó Flores.
Por otro lado, desmintió los anuncios de los políticos al afirmar que el 90 por ciento de Villa Montes cuenta con gas domiciliario. “Es una gran mentira. Nosotros estamos viviendo con leña”, explicó.