Cerca de 200 vitivinicultores buscaron créditos productivos
Alrededor de 200 familias accedieron a créditos bancarios para realizar mejoras en la pequeña producción vitivinícola de departamento. La mayor preocupación de aquellos que solicitan créditos son las garantías que las entidades financieras requieren, explicó el jefe de la Agencia Tarija...
Alrededor de 200 familias accedieron a créditos bancarios para realizar mejoras en la pequeña producción vitivinícola de departamento. La mayor preocupación de aquellos que solicitan créditos son las garantías que las entidades financieras requieren, explicó el jefe de la Agencia Tarija del Banco de Desarrollo Productivo (BDP), Ariel Copa.
El Banco de Desarrollo Productivo incrementó el préstamo sus servicios financieros y no financieros a los productores de uva en el transcurso de esta gestión. Este sector es uno de los que más demanda créditos flexibles en cuanto a requisitos sobre garantías y montos. La entidad tramita montos entre 100.000 y 50.000 bolivianos dependiendo de la garantía que presentan. Un garante personal les da acceso a un monto menor que aquellos que cuentan con propiedades o bienes de gran valor.
En su defecto, también exigen garantías no convencionales. Un ejemplo de esta peculiaridad en los créditos es la maquinaria que utilizan para su actividad productiva, los títulos que otorga el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y garantías hipotecarias para créditos superiores a los 15.000 dólares.
Esta agencia tiene 25 millones de bolivianos invertidos en el sector vitivinícola. Son entre 150 y 200 familias las que accedieron a préstamos con el objetivo de desarrollar su industria, comprar maquinaria, extender su terreno de cultivo, comprar mallas y otro tipo de mejoras.
En Bolivia, existen 6.000 familias que trabajan de forma directa con la producción de uva y 100.000 familias que trabajan de forma indirecta. Para Tarija, la producción de vinos y uvas representa la segunda economía más importante, por lo que varias autoridades le “pusieron el ojo” para realizar programas de inversión y promover esta industria.
En la actualidad, las grandes empresas de vinos compran la uva de los pequeños productores. El director de Operaciones de la Sociedad Agroindustrial del Valle (S.A.I.V), Nicolás Granier, sostuvo que en Casa Real y Campos de Solana, se adquiere el 80 por ciento de la uva que es utilizada para la elaboración de vinos y singani de los productores del Valle Central. Para ello, deben realizar una evaluación para que el producto tenga cierto nivel de características y no afecte al producto final.
A nivel departamental algunos proyectos se encuentran paralizados debido a la crisis económica, explicó el presidente de la Asociación Nacional de Vitivinicultores, Renán Adauto Vilte, quien aseguró que los proyectos de riego son gracias al Gobierno nacional.
El Banco de Desarrollo Productivo incrementó el préstamo sus servicios financieros y no financieros a los productores de uva en el transcurso de esta gestión. Este sector es uno de los que más demanda créditos flexibles en cuanto a requisitos sobre garantías y montos. La entidad tramita montos entre 100.000 y 50.000 bolivianos dependiendo de la garantía que presentan. Un garante personal les da acceso a un monto menor que aquellos que cuentan con propiedades o bienes de gran valor.
En su defecto, también exigen garantías no convencionales. Un ejemplo de esta peculiaridad en los créditos es la maquinaria que utilizan para su actividad productiva, los títulos que otorga el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y garantías hipotecarias para créditos superiores a los 15.000 dólares.
Esta agencia tiene 25 millones de bolivianos invertidos en el sector vitivinícola. Son entre 150 y 200 familias las que accedieron a préstamos con el objetivo de desarrollar su industria, comprar maquinaria, extender su terreno de cultivo, comprar mallas y otro tipo de mejoras.
En Bolivia, existen 6.000 familias que trabajan de forma directa con la producción de uva y 100.000 familias que trabajan de forma indirecta. Para Tarija, la producción de vinos y uvas representa la segunda economía más importante, por lo que varias autoridades le “pusieron el ojo” para realizar programas de inversión y promover esta industria.
En la actualidad, las grandes empresas de vinos compran la uva de los pequeños productores. El director de Operaciones de la Sociedad Agroindustrial del Valle (S.A.I.V), Nicolás Granier, sostuvo que en Casa Real y Campos de Solana, se adquiere el 80 por ciento de la uva que es utilizada para la elaboración de vinos y singani de los productores del Valle Central. Para ello, deben realizar una evaluación para que el producto tenga cierto nivel de características y no afecte al producto final.
A nivel departamental algunos proyectos se encuentran paralizados debido a la crisis económica, explicó el presidente de la Asociación Nacional de Vitivinicultores, Renán Adauto Vilte, quien aseguró que los proyectos de riego son gracias al Gobierno nacional.