Petroquímica, fracking y reservas, las dudas que esperan a Sánchez
El Ministerio de Hidrocarburos ha convocado para las 8.30 de hoy jueves la Audiencia de Rendición Pública de Cuentas parcial de 2018, en la Vicepresidencia de Administración y Contratos que está ubicada en la ciudad de Villa Montes. Diferentes organizaciones tienen previsto acudir a la...



El Ministerio de Hidrocarburos ha convocado para las 8.30 de hoy jueves la Audiencia de Rendición Pública de Cuentas parcial de 2018, en la Vicepresidencia de Administración y Contratos que está ubicada en la ciudad de Villa Montes. Diferentes organizaciones tienen previsto acudir a la convocatoria para conocer el estado de los diferentes proyectos en el departamento y particularmente en Villa Montes, que ya sufre por la declinación de sus pozos en San Antonio.
Desde principios de abril, cuando el mismo ente convocó una reunión de urgencia en Yacuiba, precisamente para explicar la demora y la desaparición del presupuesto de la planta petroquímica del Chaco, el Ministerio se ha dedicado básicamente a lidiar con los proyectos de exploración poco respetuosos con el medio ambiente: la exploración de Tariquía, por un lado, y la luz verde que se dio a la exploración y explotación no convencional, léase fracking.
Sobre ese asunto, en abril se presentó en Tarija el convenio con Cancambria Energy para el área Miraflores, que por error o por alguna otra circunstancia, se atribuyó a Villa Montes. Unos meses después se firmó el mismo convenio en Chuquisaca, donde corresponde, pero Villa Montes nunca recibió una explicación del error. En cualquier caso, los villamontinos también tienen inquietud sobre los efectos que el fracking puede tener sobre los acuíferos que se comparten en toda la región del Chaco.
La planta que no llega
Para el Chaco, la planta petroquímica sigue siendo un proyecto que prometieron en La Paz y que nadie acaba de cumplir. Ninguna de sus autoridades se ha apropiado del proyecto, porque los propios gestores no han tenido ni la intención ni la habilidad de así hacerlo, señalan aquellos que dentro del MAS si apostaban por la industrialización como camino de desarrollo.
El proyecto se licitó en 2016, corrió todo el proceso y en marzo se firmó una recomendación de adjudicación para la asociación accidental firmada por Técnicas Reunidas – la empresa que construyó la planta separadora de líquidos, que genera la materia prima – y Tecnimont, la empresa que había realizado todos los estudios previos, validado el mercado y la tecnología. El asunto era difícil de sostener y luego de que el presidente Guillermo Achá perdiera la cabeza, no por este caso sino por el de los taladros con sobreprecio, que aún le cuesta la libertad, el Ministerio lo bajó, eso sí, con la intención de volver a licitar.
En 2018 el proyecto desapareció del presupuesto de YPFB y saltaron las alarmas. El Ministro explicó que había dudas sobre la tecnología a emplear y los mercados, ergo, no se creía en los estudios contratados y pagados a Tecnimont, pero en sus comparecencias posteriores aseguró que se licitarían nuevos estudios complementarios hasta agosto, algo que no se ha hecho y no se ha informado si es que se han utilizado otras vías.
El concejal de Yacuiba y experto en Hidrocarburos, Mario Cavero, pidió a “las autoridades masistas del Gran Chaco” pedir explicaciones al respecto, o “¿seguirán de aplaudidores del centralismo del MAS ante la mentira del misterio de la petroquímica, aplaudido y apoyado por ellos?”
Cavero además señaló que no se pueden reciclar las mismas promesas electorales cada cinco años: “¿doble vía Yacuiba - Villa Montes, túnel del Aguaragüe, Petroquímica, rebaja de la tarifa de la energía, etc.?”
El informe de reservas de Tarija, otro misterio
A finales de agosto se presentó la certificación de reservas a nivel nacional, sumando 10,7 trillones de pies cúbicos en reservas probadas, mejorando en 0,25 la última certificación de 2013 luego de haber repuesto las consumidas en exportación. Las reservas posibles y probables redujeron respecto a 2013 en lo que se entiende fue una conversión de unas a otras mediante la inversión en explotación. Hasta la fecha no se conoce el desglose por campos y departamentos, lo que se espera se evidencie en la audiencia de hoy.
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Desde principios de abril, cuando el mismo ente convocó una reunión de urgencia en Yacuiba, precisamente para explicar la demora y la desaparición del presupuesto de la planta petroquímica del Chaco, el Ministerio se ha dedicado básicamente a lidiar con los proyectos de exploración poco respetuosos con el medio ambiente: la exploración de Tariquía, por un lado, y la luz verde que se dio a la exploración y explotación no convencional, léase fracking.
Sobre ese asunto, en abril se presentó en Tarija el convenio con Cancambria Energy para el área Miraflores, que por error o por alguna otra circunstancia, se atribuyó a Villa Montes. Unos meses después se firmó el mismo convenio en Chuquisaca, donde corresponde, pero Villa Montes nunca recibió una explicación del error. En cualquier caso, los villamontinos también tienen inquietud sobre los efectos que el fracking puede tener sobre los acuíferos que se comparten en toda la región del Chaco.
La planta que no llega
Para el Chaco, la planta petroquímica sigue siendo un proyecto que prometieron en La Paz y que nadie acaba de cumplir. Ninguna de sus autoridades se ha apropiado del proyecto, porque los propios gestores no han tenido ni la intención ni la habilidad de así hacerlo, señalan aquellos que dentro del MAS si apostaban por la industrialización como camino de desarrollo.
El proyecto se licitó en 2016, corrió todo el proceso y en marzo se firmó una recomendación de adjudicación para la asociación accidental firmada por Técnicas Reunidas – la empresa que construyó la planta separadora de líquidos, que genera la materia prima – y Tecnimont, la empresa que había realizado todos los estudios previos, validado el mercado y la tecnología. El asunto era difícil de sostener y luego de que el presidente Guillermo Achá perdiera la cabeza, no por este caso sino por el de los taladros con sobreprecio, que aún le cuesta la libertad, el Ministerio lo bajó, eso sí, con la intención de volver a licitar.
En 2018 el proyecto desapareció del presupuesto de YPFB y saltaron las alarmas. El Ministro explicó que había dudas sobre la tecnología a emplear y los mercados, ergo, no se creía en los estudios contratados y pagados a Tecnimont, pero en sus comparecencias posteriores aseguró que se licitarían nuevos estudios complementarios hasta agosto, algo que no se ha hecho y no se ha informado si es que se han utilizado otras vías.
El concejal de Yacuiba y experto en Hidrocarburos, Mario Cavero, pidió a “las autoridades masistas del Gran Chaco” pedir explicaciones al respecto, o “¿seguirán de aplaudidores del centralismo del MAS ante la mentira del misterio de la petroquímica, aplaudido y apoyado por ellos?”
Cavero además señaló que no se pueden reciclar las mismas promesas electorales cada cinco años: “¿doble vía Yacuiba - Villa Montes, túnel del Aguaragüe, Petroquímica, rebaja de la tarifa de la energía, etc.?”
El informe de reservas de Tarija, otro misterio
A finales de agosto se presentó la certificación de reservas a nivel nacional, sumando 10,7 trillones de pies cúbicos en reservas probadas, mejorando en 0,25 la última certificación de 2013 luego de haber repuesto las consumidas en exportación. Las reservas posibles y probables redujeron respecto a 2013 en lo que se entiende fue una conversión de unas a otras mediante la inversión en explotación. Hasta la fecha no se conoce el desglose por campos y departamentos, lo que se espera se evidencie en la audiencia de hoy.
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