Piden buena producción en el año nuevo agrícola
La alcaldesa de Yunchará del departamento de Tarija, Gladys Alarcón, afirmó el jueves que en la región se recibió el Año Nuevo Andino Amazónico y del Chaco 5.526 pidiendo buena producción a la Pachamama o Madre Tierra. “Hemos realizado nuestro acto de ritual de agradecimiento y...



La alcaldesa de Yunchará del departamento de Tarija, Gladys Alarcón, afirmó el jueves que en la región se recibió el Año Nuevo Andino Amazónico y del Chaco 5.526 pidiendo buena producción a la Pachamama o Madre Tierra.
“Hemos realizado nuestro acto de ritual de agradecimiento y petición a nuestra Pachamama, a nuestra madre tierra, para que este año sea un buen año productivo”, informó a la ABI, después de un acto que se realizó en la comunidad de Copacabana.
Acotó que esta fecha, mediante una ley departamental, se da inicio al año nuevo agrícola en la zona alta de Tarija, porque los productores empiezan a preparar la tierra para la siembra 2018.
“A partir de las 05.00 de la mañana nos concentramos en Copacabana para recibir los primeros rayos del sol. Es una jornada de ritual cultural, revalorizando nuestra cultura, nuestros valores espirituales y costumbristas”, agregó.
Añadió que en el acto también se dio inicio a la construcción de la plaza de la integración cultural, que será financiada por la Gobernación de Tarija.
“La gente vino de diferentes comunidades, pero lamentamos mucho que algunas instituciones y organizaciones departamentales no estuvieran presentes, siendo que hay una ley departamental donde indica que la actividad del 21 de junio a nivel departamental es en el municipio de Yunchará”, mencionó.
El Año Nuevo Andino Amazónico y del Chaco se celebra cada 21 de junio en el hemisferio sur y en lugares considerados sagrados, cuya ceremonia recibe el nombre de Willka Kuti o Inti Raymi (regreso del Sol).
Entre las ofrendas que se entregan a la Pachamama son denominadas mesas, que contienen dulces, copal, incienso, pétalos de flores, nuez, cebo de llama, sullu (feto de llama), tierra de hormigas, además de hojas de coca, que son colocadas sobre un altar al que se le prende fuego, con el objetivo de que sea recibida por esa deidad aymara. En todo el país existen 207 sitios sagrados registrados, donde se realizaron actividades similares, de entrega de ofrendas para la Madre Tierra, y la población se congregó de madrugada para esperar la salida del sol y esperar sus primeros rayos, con la esperanza de recibir la buena energía de esa deidad de la cultura andina.
“Hemos realizado nuestro acto de ritual de agradecimiento y petición a nuestra Pachamama, a nuestra madre tierra, para que este año sea un buen año productivo”, informó a la ABI, después de un acto que se realizó en la comunidad de Copacabana.
Acotó que esta fecha, mediante una ley departamental, se da inicio al año nuevo agrícola en la zona alta de Tarija, porque los productores empiezan a preparar la tierra para la siembra 2018.
“A partir de las 05.00 de la mañana nos concentramos en Copacabana para recibir los primeros rayos del sol. Es una jornada de ritual cultural, revalorizando nuestra cultura, nuestros valores espirituales y costumbristas”, agregó.
Añadió que en el acto también se dio inicio a la construcción de la plaza de la integración cultural, que será financiada por la Gobernación de Tarija.
“La gente vino de diferentes comunidades, pero lamentamos mucho que algunas instituciones y organizaciones departamentales no estuvieran presentes, siendo que hay una ley departamental donde indica que la actividad del 21 de junio a nivel departamental es en el municipio de Yunchará”, mencionó.
El Año Nuevo Andino Amazónico y del Chaco se celebra cada 21 de junio en el hemisferio sur y en lugares considerados sagrados, cuya ceremonia recibe el nombre de Willka Kuti o Inti Raymi (regreso del Sol).
Entre las ofrendas que se entregan a la Pachamama son denominadas mesas, que contienen dulces, copal, incienso, pétalos de flores, nuez, cebo de llama, sullu (feto de llama), tierra de hormigas, además de hojas de coca, que son colocadas sobre un altar al que se le prende fuego, con el objetivo de que sea recibida por esa deidad aymara. En todo el país existen 207 sitios sagrados registrados, donde se realizaron actividades similares, de entrega de ofrendas para la Madre Tierra, y la población se congregó de madrugada para esperar la salida del sol y esperar sus primeros rayos, con la esperanza de recibir la buena energía de esa deidad de la cultura andina.