Heby Ponce, el dentista que abrazó las letras
Gusta de escribir poemas y relatos de sus impresiones de viaje, aunque el primer libro que publicó estaba relacionado con su profesión de dentista. Tuvo que estudiar esto y practicar gracias a un giro del destino que afectó a su familia y a él mismo. Heby Ponce de León cuenta cómo le...



Gusta de escribir poemas y relatos de sus impresiones de viaje, aunque el primer libro que publicó estaba relacionado con su profesión de dentista.
Tuvo que estudiar esto y practicar gracias a un giro del destino que afectó a su familia y a él mismo. Heby Ponce de León cuenta cómo le nacieron las ideas e inspiración para plasmarlas en los 30 libros que hizo realidad.
Con 81 años, recuerda que la idea de su primer libro le nació en esos momentos vacíos en los que tenía que esperar a pacientes que hacían una cita para consultar y empezó a describir lo que hace un dentista, los instrumentos que utiliza y las especialidades que tiene. Así nació un texto interesante sobre consejos para la higiene y limpieza dental titulado “El Dentista en su Hogar”.
Inspiración
De esta manera, se dio cuenta que sentía un placer personal al escribir, sintió que los versos eran su camino y se metió de lleno en la poesía, descubrió que era afín a las obras de una autora mexicana, Matilde Sánchez, cuyos trabajos eran vanguardistas, de métrica libre, sin rima, sin reglas, pero melodiosos al oído.
“Se puede hacer una poesía sin la necesidad de entrar a la rima, la métrica, las estrofas, plasmar lo que le viene a uno, la inspiración”, reiteró al rememorar una conferencia dictada por el escritor Edgar Ávila Echazú.
“Él explicó que la inspiración es un don divino, que le viene a cualquiera, que nace con cualquiera, así pueda ser a un escritor para escribir libros, a un poeta que va hacer poesía o a un pintor que hará un cuadro. También puede venirle a una persona iletrada, a un campesino que, por ejemplo, no sepa leer ni escribir, que no ha ido nunca al colegio; pero que es guapo para las coplas, guapo para interpretar el violín. Ése tiene un don que Dios le ha dado”, enfatizó.
“Y es así entonces como yo pienso”, dijo y agregó que cualquier persona que tenga ese don e inspiración puede producir obras de arte y poesía, sin limitarse estrictamente a las reglas.
Ponce de León confesó que privilegia en su escritura la poesía romántica, lo dulce, la musa que lo ilumina es su pareja de toda la vida, los recuerdos cuando enamoraba con ella y los gratos momentos que siempre los acompañaron.
Luego de los poemas y al haber viajado por varios lugares del interior y exterior del país, se propuso describir sus impresiones de las visitas que hizo a ciudades de Chile, Colombia, Brasil, Panamá y la Argentina, relatar el trato, el carácter de esos pueblos, las conversaciones y sus maneras diferentes de ser.
También quedó impactado por los recorridos que hizo por el país, se sintió maravillado por la magia del lago Titicaca, por sus aguas mansas que recorrió en una barcaza. También le sorprendió la belleza del paisaje de Santa Cruz y la experiencia inolvidable de descender por el río Todos Santos en una balsa de goma (“rafting”) acompañado por un nieto suyo en el trópico de Cochabamba.
“Lo único que no he podido hacer hasta ahora es realizar un viaje en parapente, me encanta el parapente, pero quisiera hacerlo. Hace un tiempo llegaron pilotos del exterior y volaron por la falda La Queñua, juro que me lanzaba si hubiera sabido a tiempo, si uno no tiene susto no pasa nada, si bien necesito entrenamiento, si puedo lo voy hacer”, dijo al mencionar que cada día realiza 20 flexiones para mantenerse en forma.
Adelantó que se encuentra a la espera de la publicación de su último libro a través del Fondo Editorial de la Gobernación y que aborda la biografía de un hombre que admira mucho, Francisco Pulido, un argentino que se asentó en Tarija y que tiene una empresa de turismo, con quien compartió experiencias en los viajes que realizaron.
“Con poco presupuesto uno puede viajar a todas partes, hemos ido a Buenos Aires, a Asunción a San Pablo, Río de Janeiro, con poca plata. Es algo que todos podrían hacer, conocer otras partes, otros lugares, yo creo que la mayor cultura que una persona recibe es al viajar”, afirmó.
Ponce de León es un personaje tarijeño conocido por la sociedad chapaca, fue merecedor de reconocimientos públicos debido a que a lo largo de sus 80 años de vida ha tenido una agitada vida profesional y social.
Cuando joven, en 1953, fue cadete bachiller del Colegio Militar de Aviación en Santa Cruz, su intención era seguir la carrera de aviador, pero cambió de parecer tras la muerte de su hermano, que era piloto y falleció en un accidente aéreo. Después de eso se fue a Brasil para estudiar cirugía dental y logró su título profesional.
Tras titularse como cirujano dentista, se desenvolvió como profesional entre la ciudad de La Paz, Río de Janeiro y finalmente volvió a su pago.
Fue funcionario del Hospital San Juan de Dios, además de tener su clínica particular, llegó a ser nombrado jefe del departamento de Odontología del Hospital Regional San Juan de Dios y tras 22 años de servicio público, en sus últimos años en el nosocomio, tomó el camino de la escritura, lo que daría inicio a la serie de libros que comenzó a producir.
Posteriormente se animó a relatar los sucesos de su propia vida y nacieron dos tomos de su autobiografía en los que contó los momentos de su vida militar, tenía 75 años y la obra se llamó “EL último vuelo”. Luego vino la serie de textos poéticos, con el título de “Ramillete de vivencias” nacieron tres tomos.
Otro libro de su autoría es la “Cronología, recopilación y recuerdos del Sedes”, que lo escribió cuando era el jefe de Odontología en el Servicio Departamental de Salud (Sedes) en el que rememora a todos los dentistas que trabajaron en esa institución, así como su historia. Fue su segundo y último libro impreso en una imprenta, que también fue financiado por la Gobernación.
Otros trabajos de Ponce de León son “La luna plácida y el sol sonriente”, “Del árbol nacen sus ramas” y “La chica de Ipanema”, todos ellos de poemas. Añadido a esto publicó una serie de libros cortos que son relatos sobre los lugares que visitó como el Fuerte preincaico de Samaipata, el trópico de Cochabamba, Salta la linda y otros.
Entre estos destaca “El Salar de Uyuni – Un Nuevo Amanecer” que contiene relatos y poesías inspirados en un viaje familiar que tuvo a ese lugar y que lo cautivó con su paisaje, pero además, habla de un hotel construido en su totalidad de sal. “Los cuartos, las camas, los baños, todo era de sal”, recordó con nostalgia.
En su vida profesional, ciudadana y de servicio social, además de ser jefe de odontología en el Sedes, fue también presiente del barrio Fátima, presidente del Club de Leones “Moto Méndez”, presidente de la Cámara Junior de Tarija y Senador Vitalicio. También fue directivo del Comité Cívico de Tarija, Presidente de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve), Vicepresidente de la Confederación Nacional de Juntas Vecinales y presidió los consejos de Administración y Vigilancia de Cosaalt, entre otros.
Los libros del escritor y poeta
El primer libro
Empezó a escribirlo cuando aún trabajaba como dentista en el Hospital San Juan de Dios, el texto recoge el trabajo que realizaba, las especialidades que practicaba, además de consejos para la higiene bucal y la limpieza dental.
Obra autobiográfica
Estos textos recogen pasajes de su vida luego de vivir 75 años, en el que incluye pasajes de su experiencia como cadete bachiller del Colegio Militar de Aviación en Santa Cruz, sin embargo el destino le deparó otro camino a raíz de la muerte de un hermano suyo.
Obra poética
Ponce de León se mostró inclinado a la poesía romántica y sus versos siguen la obra de una autora mexicana, Matilde Sánchez, cuyos trabajos eran vanguardistas, y su inspiración fue su pareja de toda la vida, su esposa.
Tuvo que estudiar esto y practicar gracias a un giro del destino que afectó a su familia y a él mismo. Heby Ponce de León cuenta cómo le nacieron las ideas e inspiración para plasmarlas en los 30 libros que hizo realidad.
Con 81 años, recuerda que la idea de su primer libro le nació en esos momentos vacíos en los que tenía que esperar a pacientes que hacían una cita para consultar y empezó a describir lo que hace un dentista, los instrumentos que utiliza y las especialidades que tiene. Así nació un texto interesante sobre consejos para la higiene y limpieza dental titulado “El Dentista en su Hogar”.
Inspiración
De esta manera, se dio cuenta que sentía un placer personal al escribir, sintió que los versos eran su camino y se metió de lleno en la poesía, descubrió que era afín a las obras de una autora mexicana, Matilde Sánchez, cuyos trabajos eran vanguardistas, de métrica libre, sin rima, sin reglas, pero melodiosos al oído.
“Se puede hacer una poesía sin la necesidad de entrar a la rima, la métrica, las estrofas, plasmar lo que le viene a uno, la inspiración”, reiteró al rememorar una conferencia dictada por el escritor Edgar Ávila Echazú.
“Él explicó que la inspiración es un don divino, que le viene a cualquiera, que nace con cualquiera, así pueda ser a un escritor para escribir libros, a un poeta que va hacer poesía o a un pintor que hará un cuadro. También puede venirle a una persona iletrada, a un campesino que, por ejemplo, no sepa leer ni escribir, que no ha ido nunca al colegio; pero que es guapo para las coplas, guapo para interpretar el violín. Ése tiene un don que Dios le ha dado”, enfatizó.
“Y es así entonces como yo pienso”, dijo y agregó que cualquier persona que tenga ese don e inspiración puede producir obras de arte y poesía, sin limitarse estrictamente a las reglas.
Ponce de León confesó que privilegia en su escritura la poesía romántica, lo dulce, la musa que lo ilumina es su pareja de toda la vida, los recuerdos cuando enamoraba con ella y los gratos momentos que siempre los acompañaron.
Luego de los poemas y al haber viajado por varios lugares del interior y exterior del país, se propuso describir sus impresiones de las visitas que hizo a ciudades de Chile, Colombia, Brasil, Panamá y la Argentina, relatar el trato, el carácter de esos pueblos, las conversaciones y sus maneras diferentes de ser.
También quedó impactado por los recorridos que hizo por el país, se sintió maravillado por la magia del lago Titicaca, por sus aguas mansas que recorrió en una barcaza. También le sorprendió la belleza del paisaje de Santa Cruz y la experiencia inolvidable de descender por el río Todos Santos en una balsa de goma (“rafting”) acompañado por un nieto suyo en el trópico de Cochabamba.
“Lo único que no he podido hacer hasta ahora es realizar un viaje en parapente, me encanta el parapente, pero quisiera hacerlo. Hace un tiempo llegaron pilotos del exterior y volaron por la falda La Queñua, juro que me lanzaba si hubiera sabido a tiempo, si uno no tiene susto no pasa nada, si bien necesito entrenamiento, si puedo lo voy hacer”, dijo al mencionar que cada día realiza 20 flexiones para mantenerse en forma.
Adelantó que se encuentra a la espera de la publicación de su último libro a través del Fondo Editorial de la Gobernación y que aborda la biografía de un hombre que admira mucho, Francisco Pulido, un argentino que se asentó en Tarija y que tiene una empresa de turismo, con quien compartió experiencias en los viajes que realizaron.
“Con poco presupuesto uno puede viajar a todas partes, hemos ido a Buenos Aires, a Asunción a San Pablo, Río de Janeiro, con poca plata. Es algo que todos podrían hacer, conocer otras partes, otros lugares, yo creo que la mayor cultura que una persona recibe es al viajar”, afirmó.
Ponce de León es un personaje tarijeño conocido por la sociedad chapaca, fue merecedor de reconocimientos públicos debido a que a lo largo de sus 80 años de vida ha tenido una agitada vida profesional y social.
Cuando joven, en 1953, fue cadete bachiller del Colegio Militar de Aviación en Santa Cruz, su intención era seguir la carrera de aviador, pero cambió de parecer tras la muerte de su hermano, que era piloto y falleció en un accidente aéreo. Después de eso se fue a Brasil para estudiar cirugía dental y logró su título profesional.
Tras titularse como cirujano dentista, se desenvolvió como profesional entre la ciudad de La Paz, Río de Janeiro y finalmente volvió a su pago.
Fue funcionario del Hospital San Juan de Dios, además de tener su clínica particular, llegó a ser nombrado jefe del departamento de Odontología del Hospital Regional San Juan de Dios y tras 22 años de servicio público, en sus últimos años en el nosocomio, tomó el camino de la escritura, lo que daría inicio a la serie de libros que comenzó a producir.
Posteriormente se animó a relatar los sucesos de su propia vida y nacieron dos tomos de su autobiografía en los que contó los momentos de su vida militar, tenía 75 años y la obra se llamó “EL último vuelo”. Luego vino la serie de textos poéticos, con el título de “Ramillete de vivencias” nacieron tres tomos.
Otro libro de su autoría es la “Cronología, recopilación y recuerdos del Sedes”, que lo escribió cuando era el jefe de Odontología en el Servicio Departamental de Salud (Sedes) en el que rememora a todos los dentistas que trabajaron en esa institución, así como su historia. Fue su segundo y último libro impreso en una imprenta, que también fue financiado por la Gobernación.
Otros trabajos de Ponce de León son “La luna plácida y el sol sonriente”, “Del árbol nacen sus ramas” y “La chica de Ipanema”, todos ellos de poemas. Añadido a esto publicó una serie de libros cortos que son relatos sobre los lugares que visitó como el Fuerte preincaico de Samaipata, el trópico de Cochabamba, Salta la linda y otros.
Entre estos destaca “El Salar de Uyuni – Un Nuevo Amanecer” que contiene relatos y poesías inspirados en un viaje familiar que tuvo a ese lugar y que lo cautivó con su paisaje, pero además, habla de un hotel construido en su totalidad de sal. “Los cuartos, las camas, los baños, todo era de sal”, recordó con nostalgia.
En su vida profesional, ciudadana y de servicio social, además de ser jefe de odontología en el Sedes, fue también presiente del barrio Fátima, presidente del Club de Leones “Moto Méndez”, presidente de la Cámara Junior de Tarija y Senador Vitalicio. También fue directivo del Comité Cívico de Tarija, Presidente de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve), Vicepresidente de la Confederación Nacional de Juntas Vecinales y presidió los consejos de Administración y Vigilancia de Cosaalt, entre otros.
Los libros del escritor y poeta
El primer libro
Empezó a escribirlo cuando aún trabajaba como dentista en el Hospital San Juan de Dios, el texto recoge el trabajo que realizaba, las especialidades que practicaba, además de consejos para la higiene bucal y la limpieza dental.
Obra autobiográfica
Estos textos recogen pasajes de su vida luego de vivir 75 años, en el que incluye pasajes de su experiencia como cadete bachiller del Colegio Militar de Aviación en Santa Cruz, sin embargo el destino le deparó otro camino a raíz de la muerte de un hermano suyo.
Obra poética
Ponce de León se mostró inclinado a la poesía romántica y sus versos siguen la obra de una autora mexicana, Matilde Sánchez, cuyos trabajos eran vanguardistas, y su inspiración fue su pareja de toda la vida, su esposa.