Tabaco y salud cerebral
Elías Vidaurre Médico Un fumador de cuarenta o cincuenta años que ha tenido el hábito durante décadas es hasta tres veces más susceptible de morir joven, que alguien que jamás haya fumado. Se sabe que fumar es un alto factor de riesgo para varios tipos de cáncer, así como de...
Elías Vidaurre Médico
Un fumador de cuarenta o cincuenta años que ha tenido el hábito durante décadas es hasta tres veces más susceptible de morir joven, que alguien que jamás haya fumado. Se sabe que fumar es un alto factor de riesgo para varios tipos de cáncer, así como de problemas de pulmón y cardiovasculares. También está asociado a otros problemas de salud como complicaciones en el embarazo, bajo conteo de esperma en hombres, problemas orales y aumento de las probabilidades de padecer cataratas.
A tomar en cuenta
Algunos estudios han demostrado que la nicotina en los cigarrillos aumenta la concentración y la atención (lo que hace que los fumadores se sientan más alertas), pero los cigarrillos contienen muchas otras sustancias. 4,000 químicos en total, de los cuales 50 son tóxicos por naturaleza: el monóxido de carbono que deriva del humo que expelen los autos, el butano, y el arsénico, amoníaco y metanol que hay en la gasolina de los cohetes, por ejemplo.
Se cree que la acumulación a largo plazo de estos químicos tóxicos puede deteriorar el cerebro, lo que generaría déficits de aprendizaje y memoria, esenciales para las tareas diarias como recordar una cita médica o tomar la medicina a tiempo. También inciden sobre la función ejecutiva, que es aquella que nos ayuda a planificar tareas, prestar atención e ignorar las distracciones. Sin ellas la vida diaria sería mucho más difícil.
Otras investigaciones recientes sobre problemas de salud vinculados al cigarrillo, así como sus efectos sobre la pérdida de memoria incluyen las consecuencias en los fumadores pasivos. Los científicos han determinado que afectan la salud de ambos por igual aumentando el riesgo de problemas cardiovasculares, respiratorios y cognitivos. Esto alteraría la salud de los fumadores pasivos en muchas esferas de su vida, no sólo en cuanto a la salud, sino también la parte educativa y ocupacional.
Dejar de fumar mejora la salud y conlleva mejoras cognitivas. Esto se debe a un aumento en el grosor de la corteza cerebral, la capa exterior del cerebro que juega un papel vital en el procesamiento de la información y la memoria. El córtex cerebral disminuye con la edad, pero fumar puede aumentar este efecto, haciendo que se reduzca a una velocidad más acelerada.
Dejar de fumar puede revertir parcialmente su efecto sobre la corteza cerebral
Los métodos para dejar de fumar se enfocan en la Terapia de Reemplazo de Nicotina
Una forma muy popular para sustituir el tabaco es el cigarrillo electrónico
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Un fumador de cuarenta o cincuenta años que ha tenido el hábito durante décadas es hasta tres veces más susceptible de morir joven, que alguien que jamás haya fumado. Se sabe que fumar es un alto factor de riesgo para varios tipos de cáncer, así como de problemas de pulmón y cardiovasculares. También está asociado a otros problemas de salud como complicaciones en el embarazo, bajo conteo de esperma en hombres, problemas orales y aumento de las probabilidades de padecer cataratas.
A tomar en cuenta
Algunos estudios han demostrado que la nicotina en los cigarrillos aumenta la concentración y la atención (lo que hace que los fumadores se sientan más alertas), pero los cigarrillos contienen muchas otras sustancias. 4,000 químicos en total, de los cuales 50 son tóxicos por naturaleza: el monóxido de carbono que deriva del humo que expelen los autos, el butano, y el arsénico, amoníaco y metanol que hay en la gasolina de los cohetes, por ejemplo.
Se cree que la acumulación a largo plazo de estos químicos tóxicos puede deteriorar el cerebro, lo que generaría déficits de aprendizaje y memoria, esenciales para las tareas diarias como recordar una cita médica o tomar la medicina a tiempo. También inciden sobre la función ejecutiva, que es aquella que nos ayuda a planificar tareas, prestar atención e ignorar las distracciones. Sin ellas la vida diaria sería mucho más difícil.
Otras investigaciones recientes sobre problemas de salud vinculados al cigarrillo, así como sus efectos sobre la pérdida de memoria incluyen las consecuencias en los fumadores pasivos. Los científicos han determinado que afectan la salud de ambos por igual aumentando el riesgo de problemas cardiovasculares, respiratorios y cognitivos. Esto alteraría la salud de los fumadores pasivos en muchas esferas de su vida, no sólo en cuanto a la salud, sino también la parte educativa y ocupacional.
Dejar de fumar mejora la salud y conlleva mejoras cognitivas. Esto se debe a un aumento en el grosor de la corteza cerebral, la capa exterior del cerebro que juega un papel vital en el procesamiento de la información y la memoria. El córtex cerebral disminuye con la edad, pero fumar puede aumentar este efecto, haciendo que se reduzca a una velocidad más acelerada.
Dejar de fumar puede revertir parcialmente su efecto sobre la corteza cerebral
Los métodos para dejar de fumar se enfocan en la Terapia de Reemplazo de Nicotina
Una forma muy popular para sustituir el tabaco es el cigarrillo electrónico
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