Bolivia a través del lente de Diego Ávila
El joven tarijeño descubrió una pasión en la que hoy destaca.



Prácticamente de un día para el otro la fotografía irrumpió en la vida de Diego Ávila Paz. Lo que en un momento no superaba la mera curiosidad es hoy para él una pasión de todos los días y una fuente de ingresos. Diego, estudiante y becario en la Universidad Católica Boliviana, encontró en la fotografía algo que, sin cambiar sus planes a futuro, sí reconfiguró su rutina y visión del mundo.
La pandemia fue el punto de inicio. Diego aprovechaba el tiempo libre para ver contenido de fotógrafos e influencers en redes sociales. Los paisajes y la naturaleza eran el centro de su atención. Por ello decidió adquirir un dron en la misma temporada. Resalta que un equipo de fotografía y entretenimiento como ese es hoy accesible para mucha gente. Y así empezó a pasar los días trabajando pequeños clips de video. Lo hacía solo para él y los mostraba a sus seres cercanos.
Otro momento clave en su historia es cuando pasó unos meses en Estados Unidos. Orgulloso de ser tarijeño y boliviano, no encontraba la manera de mostrar las maravillas del país a sus conocidos del extranjero. Por ello, a su vuelta, supo que era hora de comprar una cámara profesional y empezar a mostrar Bolivia desde sus ojos y su lente.
Inspirado por su amigo y compañero de trabajo Gustavo Vacaflores, escogió la misma cámara que él para empezar a pintar la realidad en pixeles. Sin embargo, se llevó una sorpresa cuando notó que sus fotos no estaban a la misma altura que las de su amigo. Entonces supo que le faltaba mucho por estudiar, motivo por el que tomó un curso en línea para aprender a manipular la luz a voluntad. Con mucha práctica, la mejora fue evidente.
Hoy Diego ha ganado el reconocimiento de conocidos y desconocidos tanto por la calidad de sus fotos como por el contenido de ellas. Por ejemplo, en las últimas semanas, junto a Gustavo, se dedicaron a compartir contenido e información sobre el cañón Pilaya. Además, trabaja para algunas marcas realizando foto de productos; destaca que tiene que organizarse por hora para cumplir con todo.
Antes de la pandemia tenía los objetivos claros en su vida: graduarse por excelencia en la universidad, postular a una maestría en EE. UU. y tener un buen trabajo. Si bien ese aún es el plan, las fotos son la nueva variable de la ecuación, pues no planea dejarlas.
Finalmente, deja un mensaje: “No importa la cámara, estudiar y practicar es lo más importante”.