Heidy Gómez y su pasión por la costura
La joven cruceña no siente que pase el tiempo cuando se sienta en su máquina a crear prendas.
El emprendimiento de “La Peonie” de Heidy Lorena Gómez Sanguino, más allá de significarle un ingreso extra, implica para ella una pasión que hace que no sienta las horas de trabajo. Hace dos años ya que Heidy se recibió como ingeniera civil y, aunque trabaja como tal, encuentra en la costura un pasatiempo y el pilar de “La Peonie”.
En su negocio Heydi da vida a los piyamas que crea desde cero en su tiempo libre. El porqué eligió esos productos tiene mucho que ver con sus inicios en la costura y también con lo que planea lograr más adelante.
“Mi familia me impulsó a crear”.
Sus primeros contactos en esta técnica se dieron cuando llegó una antigua máquina de coser a su casa. Su abuela, en épocas de antaño, hacía de la costura su vida y el recuerdo de ella en la máquina es prácticamente una herencia que la familia lleva en los genes. Por curiosidad, y por llenar su tiempo libre Heidy se propuso aprender a usar la máquina, para lo cual recurrió a la cátedra de su abuela, quien le enseñó a dominar el pulso en el pedal, trazar la trayectoria -pues solo cosía en línea recta- y hasta ahí, porque aprender el resto quedó como tarea.
Es así que, para aprender a hacer los moldes, por ejemplo, Heidy se nutrió de videotutoriales en internet e, incluso, libros. El tiempo y principalmente la práctica lograron que Heidy sea capaz de confeccionar ropa para sí misma y para su hermana.
Más tarde su abuela le cedió su máquina eléctrica, con la que pudo aprovechar los quiebres de los zigzags que esta realizaba. Pero para entonces la costura ya era parte de su día a día, por lo cual su padre le aconsejó comprar una nueva máquina, más actualizada y funcional. Él la apoyó en la compra, y con esa nueva herramienta se borraron muchos límites para la costura de Heidy.
Ya con la idea de emprender, Heidy nombró a su marca como “La Peonie” y decidió centrarse en producir piyamas. Eligió ese producto por considerarlo el mejor para sus habilidades y porque le es más fácil realizar los moldes y tallas, y por ello tiene tanto diseños propios como otros personalizados con un precio de entre Bs 100 y Bs 120.
Si bien su principal actividad es su trabajo como ingeniería civil, Heidy afirma que la costura no le supone un esfuerzo, pues es una actividad de la que disfruta sin importar lo que implique y que sabe hará por mucho tiempo.