Cambios bruscos de clima
Elías Vidaurre Médico Estamos muy acostumbrados a que nos adviertan sobre el peligro que supone exponernos a un cambio brusco de temperatura. Ya sea a consecuencia del frío o del calor, lo cierto es que nuestro organismo sufre las consecuencias de las oscilaciones térmicas a las que lo...
Elías Vidaurre Médico
Estamos muy acostumbrados a que nos adviertan sobre el peligro que supone exponernos a un cambio brusco de temperatura. Ya sea a consecuencia del frío o del calor, lo cierto es que nuestro organismo sufre las consecuencias de las oscilaciones térmicas a las que lo sometemos y que pueden tener un desenlace fatal, sobre todo por la incidencia de las bajas temperaturas.
Conociendo más
Tanto las temperaturas altas como las bajas ejercen un efecto sobre nuestra salud y son determinantes en el centro termorregulador corporal, ejerciendo un efecto adverso en alguna de nuestras funciones fisiológicas, e incluso, modificando el poder de nuestras defensas ante microorganismos patógenos.
Mientras las altas temperaturas van a favorecer las patologías gastrointestinales, las temperaturas bajas favorecen más frecuentemente las patologías respiratorias y cardiovasculares, origen de cinco de cada diez visitas a urgencias.
Uno de los efectos más importantes del frío es la vasoconstricción que origina cambios tanto a nivel cardiovascular aumentado la presión arterial y la frecuencia cardíaca, como en la zona nasal donde genera que el moco sea más denso. Aumenta la probabilidad de infarto de miocardio en pacientes con riesgo cardiovascular y favorece la formación de trombos.
Por su parte, la vasoconstricción nasal hace que disminuya la capacidad de eliminar los virus que inhalamos que unido al hecho de permanecer más tiempo en lugares sin ventilación como oficinas, colegios, etc., aumenta el riesgo de contagio de enfermedades víricas respiratorias como el catarro, la gripe o la neumonía.
Los fumadores y las personas mayores de 65 o menores de 5 años son más propensas
Uno de los efectos más importantes del frío es la vasoconstricción
Y hay que tener un especial cuidado porque las enfermedades víricas respiratorias
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Estamos muy acostumbrados a que nos adviertan sobre el peligro que supone exponernos a un cambio brusco de temperatura. Ya sea a consecuencia del frío o del calor, lo cierto es que nuestro organismo sufre las consecuencias de las oscilaciones térmicas a las que lo sometemos y que pueden tener un desenlace fatal, sobre todo por la incidencia de las bajas temperaturas.
Conociendo más
Tanto las temperaturas altas como las bajas ejercen un efecto sobre nuestra salud y son determinantes en el centro termorregulador corporal, ejerciendo un efecto adverso en alguna de nuestras funciones fisiológicas, e incluso, modificando el poder de nuestras defensas ante microorganismos patógenos.
Mientras las altas temperaturas van a favorecer las patologías gastrointestinales, las temperaturas bajas favorecen más frecuentemente las patologías respiratorias y cardiovasculares, origen de cinco de cada diez visitas a urgencias.
Uno de los efectos más importantes del frío es la vasoconstricción que origina cambios tanto a nivel cardiovascular aumentado la presión arterial y la frecuencia cardíaca, como en la zona nasal donde genera que el moco sea más denso. Aumenta la probabilidad de infarto de miocardio en pacientes con riesgo cardiovascular y favorece la formación de trombos.
Por su parte, la vasoconstricción nasal hace que disminuya la capacidad de eliminar los virus que inhalamos que unido al hecho de permanecer más tiempo en lugares sin ventilación como oficinas, colegios, etc., aumenta el riesgo de contagio de enfermedades víricas respiratorias como el catarro, la gripe o la neumonía.
Los fumadores y las personas mayores de 65 o menores de 5 años son más propensas
Uno de los efectos más importantes del frío es la vasoconstricción
Y hay que tener un especial cuidado porque las enfermedades víricas respiratorias
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