Efectos de la nieve
Elías Vidaurre Médico Estar abierto a la experiencia de la nieve significa también disfrutar de su efecto estimulante sobre el cuerpo. El miedo al frio resulta lógico hasta cierto punto: es la sensación que protege de la perdida de temperatura corporal. Si no fuéramos capaces de...
Elías Vidaurre Médico
Estar abierto a la experiencia de la nieve significa también disfrutar de su efecto estimulante sobre el cuerpo. El miedo al frio resulta lógico hasta cierto punto: es la sensación que protege de la perdida de temperatura corporal. Si no fuéramos capaces de percibirlo, podríamos permanecer expuestos a temperaturas tan bajas que el organismo no sería capaz de mantener la temperatura interior.
A tomar en cuenta
Pero el frio puede sobrellevarse si el calor corporal está asegurado. Las personas que no estén acostumbradas pueden iniciarse en la experiencia del frío poco a poco, pues requiere adaptación física y mental. Una vez se ha aprendido a relacionarse con el frío, la nieve nos habrá́ enseñado a enfrentarnos sin miedo y con confianza a las situaciones estresantes en general.
El frio produce un efecto tónico sobre el organismo. Destacan sus propiedades antiinflamatorias y estimulantes del sistema inmunitario y del metabolismo. Incluso tiene efectos psíquicos. Alivia la depresión, el insomnio y la ansiedad porque reduce los niveles de cortisol –la hormona del estrés– y favorece la liberación de endorfinas, unas sustancias similares a las hormonas que combaten el dolor y son responsables a nivel bioquímico de las sensaciones de euforia y bienestar.
En dosis moderadas, produce una serie de efectos positivos en el organismo como resultado del esfuerzo para adaptarse a la nueva situación: Se constriñen los pequeños vasos sanguíneos de la piel, especialmente en brazos y piernas, y la sangre, con su calor, fluye hacia los músculos y los órganos internos. En consecuencia, estos reciben una cantidad mayor de nutrientes y oxígeno.
Activa el metabolismo. El frío aumenta el metabolismo de los hidratos de carbono y los lípidos, pues favorece la acción de la insulina y ayuda a eliminar grasas. Relajación. El enfriamiento temporal ocasiona un dominio del sistema nervioso parasimpático, que favorece todos los procesos de recuperación y regeneración orgánica.
Con la nieve se produce una estabilización de los niveles de glucosa en la sangre
La reducción de la frecuencia cardiaca se produce con la nieve
La estimulación de la secreción de jugos gástricos y de los movimientos intestinales mejora
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Estar abierto a la experiencia de la nieve significa también disfrutar de su efecto estimulante sobre el cuerpo. El miedo al frio resulta lógico hasta cierto punto: es la sensación que protege de la perdida de temperatura corporal. Si no fuéramos capaces de percibirlo, podríamos permanecer expuestos a temperaturas tan bajas que el organismo no sería capaz de mantener la temperatura interior.
A tomar en cuenta
Pero el frio puede sobrellevarse si el calor corporal está asegurado. Las personas que no estén acostumbradas pueden iniciarse en la experiencia del frío poco a poco, pues requiere adaptación física y mental. Una vez se ha aprendido a relacionarse con el frío, la nieve nos habrá́ enseñado a enfrentarnos sin miedo y con confianza a las situaciones estresantes en general.
El frio produce un efecto tónico sobre el organismo. Destacan sus propiedades antiinflamatorias y estimulantes del sistema inmunitario y del metabolismo. Incluso tiene efectos psíquicos. Alivia la depresión, el insomnio y la ansiedad porque reduce los niveles de cortisol –la hormona del estrés– y favorece la liberación de endorfinas, unas sustancias similares a las hormonas que combaten el dolor y son responsables a nivel bioquímico de las sensaciones de euforia y bienestar.
En dosis moderadas, produce una serie de efectos positivos en el organismo como resultado del esfuerzo para adaptarse a la nueva situación: Se constriñen los pequeños vasos sanguíneos de la piel, especialmente en brazos y piernas, y la sangre, con su calor, fluye hacia los músculos y los órganos internos. En consecuencia, estos reciben una cantidad mayor de nutrientes y oxígeno.
Activa el metabolismo. El frío aumenta el metabolismo de los hidratos de carbono y los lípidos, pues favorece la acción de la insulina y ayuda a eliminar grasas. Relajación. El enfriamiento temporal ocasiona un dominio del sistema nervioso parasimpático, que favorece todos los procesos de recuperación y regeneración orgánica.
Con la nieve se produce una estabilización de los niveles de glucosa en la sangre
La reducción de la frecuencia cardiaca se produce con la nieve
La estimulación de la secreción de jugos gástricos y de los movimientos intestinales mejora
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