Adentrarse en el fisicoculturismo
José Arciénaga Preparador físico Los deportes profesionales, por más exigentes que sean, combinan extensos períodos de entrenamiento con momentos de relajación en la vida privada. No es así en el culturismo o fisicoculturismo, ya que estás, prácticamente, entrenando las veinticuatro...
José Arciénaga Preparador físico
Los deportes profesionales, por más exigentes que sean, combinan extensos períodos de entrenamiento con momentos de relajación en la vida privada. No es así en el culturismo o fisicoculturismo, ya que estás, prácticamente, entrenando las veinticuatro horas: no sólo el tiempo que pasas en el gimnasio levantando pesas, que debe ser bastante, sino las horas que debes dedicar forzosamente al gimnasio, a las comidas, a las actividades aeróbicas.
Un culturista no puede permitirse descuidos ni excesos, a riesgo de perder en pocos días lo duramente ganado en semanas. No queremos decir con esto que debes desarrollar una obsesión, sino que, al contrario de la mayoría de los deportes, debes cuidar de tu cuerpo y atenderlo en todo momento. De acuerdo al apartado anterior, el culturista profesional debe dedicar gran parte de su día al entrenamiento, renunciar a las comidas gustosas, con alto contenido calórico o graso, alimentarse de acuerdo a una estricta dieta.
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Lo diremos sencillamente: en el culturismo de competición, muchos atletas eligen el camino más corto y echan mano a suplementos que son ilegales en muchos países, como los esteroides. Un culturista profesional experimentará cambios leves y constantes durante largo tiempo; no construirá un cuerpo del cual estar orgulloso de la noche a la mañana. No menos de tres a cinco años son necesarios para alcanzar una fase de competición, dependiendo de tu potencial genético y de tu dedicación.
Los deportes profesionales, por más exigentes que sean, combinan extensos períodos de entrenamiento con momentos de relajación en la vida privada. No es así en el culturismo o fisicoculturismo, ya que estás, prácticamente, entrenando las veinticuatro horas: no sólo el tiempo que pasas en el gimnasio levantando pesas, que debe ser bastante, sino las horas que debes dedicar forzosamente al gimnasio, a las comidas, a las actividades aeróbicas.
Un culturista no puede permitirse descuidos ni excesos, a riesgo de perder en pocos días lo duramente ganado en semanas. No queremos decir con esto que debes desarrollar una obsesión, sino que, al contrario de la mayoría de los deportes, debes cuidar de tu cuerpo y atenderlo en todo momento. De acuerdo al apartado anterior, el culturista profesional debe dedicar gran parte de su día al entrenamiento, renunciar a las comidas gustosas, con alto contenido calórico o graso, alimentarse de acuerdo a una estricta dieta.
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Lo diremos sencillamente: en el culturismo de competición, muchos atletas eligen el camino más corto y echan mano a suplementos que son ilegales en muchos países, como los esteroides. Un culturista profesional experimentará cambios leves y constantes durante largo tiempo; no construirá un cuerpo del cual estar orgulloso de la noche a la mañana. No menos de tres a cinco años son necesarios para alcanzar una fase de competición, dependiendo de tu potencial genético y de tu dedicación.