A ‘chicotazos’, padres sacan a jóvenes y queman muebles de discotecas en El Alto
Según los vecinos, la presencia de estos bares y discotecas ha contribuido al aumento de delitos como robos, asaltos y violencia sexual



La noche del viernes se tornó caótica en El Alto, cuando una marcha de padres de familia derivó en la destrucción de bares, cantinas y discotecas ubicados en las inmediaciones de la Universidad Pública de El Alto (UPEA).
Denunciando inseguridad, violencia y el consumo indiscriminado de alcohol por parte de jóvenes, los manifestantes irrumpieron en varios establecimientos y protagonizaron escenas de violencia y vandalismo.
Armados con palos y motivados por la indignación, los vecinos ingresaron por la fuerza a locales nocturnos, expulsando a los jóvenes entre gritos, empujones e incluso “chicotazos”. Posteriormente, sacaron a la calle mobiliarios como sillas, mesas y parlantes, que fueron prendidos en fuego en plena vía pública, generando una enorme fogata que iluminó la helada noche alteña.
“Estamos cansados de ver jovencitas inconscientes y menores con uniforme escolar dentro de estos antros. Las autoridades nos han abandonado”, denunció una madre de familia.
Según los vecinos, la presencia de estos bares y discotecas ha contribuido al aumento de delitos como robos, asaltos y violencia sexual. También responsabilizaron a la Intendencia Municipal y a la Policía por la falta de control y vigilancia en la zona.
Videos que circularon en redes sociales mostraron la intensidad del conflicto: jóvenes corriendo, muebles ardiendo y enfrentamientos entre vecinos y dueños de los locales. Algunos jóvenes fueron golpeados al salir de los recintos, como una forma de “escarmiento”.
La Policía llegó al lugar cerca de las 22:00, gasificando para dispersar a los manifestantes. El reporte preliminar indica que hubo saqueos y robos cometidos por personas ajenas a la movilización inicial, lo que derivó en varias detenciones en flagrancia.
Pese a la intervención policial, los padres continuaron increpando a los uniformados, a quienes acusaron de inacción. “Estos locales cierran a las seis de la mañana. Ya no se puede vivir tranquilo en este barrio”, exclamó un vecino.
La Alcaldía de El Alto aún no se ha pronunciado oficialmente sobre los hechos. Sin embargo, desde algunos sectores vecinales ya se exige el cierre definitivo de estos locales y un plan inmediato de seguridad y control.