La joven que creían desaparecida fingió embarazo, cáncer y su secuestro
El escandaloso engaño de Priscila, la joven que movilizó a fuerzas de seguridad, medios nacionales y a la población de Salta Argentina



La historia de Priscila Quesada, una joven salteña de 20 años que mantuvo en vilo a toda una provincia con una serie de engaños, sigue generando conmoción. Fingió estar embarazada, inventó un diagnóstico de cáncer y finalmente simuló su propia desaparición. El caso movilizó a fuerzas de seguridad, medios nacionales y a una comunidad entera que temió lo peor.
Durante días, Salta fue escenario de una búsqueda desesperada. Brigadas policiales, organismos oficiales y voluntarios trabajaron sin descanso, mientras el caso ganaba repercusión en todo el país.
Pero el desenlace fue tan sorpresivo como indignante, Priscila fue hallada en una vivienda de Aguaray, en compañía de un hombre, sana y salva. La fiscal penal de Orán, Mariana Torres, confirmó que nunca estuvo embarazada ni enferma. Todo había sido cuidadosamente planeado. La reacción no se hizo esperar. En las últimas horas, la familia de la joven rompió el silencio con un mensaje publicado en redes sociales, donde combinaron el agradecimiento con un profundo dolor y repudio.
“Gracias a la brigada, a la Policía de Pichanal, al Departamento de Búsqueda de Niños y a los medios por difundir el caso”, comienza el texto. Pero pronto el tono se vuelve más duro: “Mi familia está devastada. Pasamos noches sin dormir, temiendo lo peor. Tu madre y tu primo viajaron desde Buenos Aires, desesperados por encontrarte. Y vos, sin corazón, jugaste con todos nosotros”.
En el mensaje, también hubo espacio para la reflexión emocional y psicológica: “Una persona que actúa de esta manera claramente necesita ayuda. Pedimos perdón a cada persona que se involucró de buena fe. Nosotros también fuimos víctimas de este engaño”.
El comunicado familiar finaliza con una advertencia: “Ojalá nadie más tenga que pasar por algo así. Hay que estar alerta ante este tipo de conductas”.
Ahora, el caso está en manos de la Justicia. Se investigan posibles responsabilidades penales por parte de Priscila, cuya actuación dejó no solo una provincia consternada, sino también muchas preguntas sobre los límites del engaño y las consecuencias de jugar con la sensibilidad social.