Sube la cantidad de denuncias
Tarija: Cada semana apartan a menores de madres y padres por ebriedad
Los fines de semana hay cuatro a cinco intervenciones en las que se evidencia a los progenitores en estado de ebriedad mientras tienen bajo su cuidado a menores, que deben ser llevados con otro familiar o un hogar



En lo que va del 2023, los reportes por casos de inseguridad relacionados con menores de edad han registrado un incremento de intervenciones por parte de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA) Cercado. En la mayoría de los caso, los padres y madres incurren en el consumo excesivo de alcohol teniendo bajo su cuidado a sus hijos o hijas.
En resguardo de la integridad de los menores de edad, los funcionarios municipales están obligados a ejecutar una restitución, que consiste en separarlos de sus tutores hasta que recuperen la sobriedad. Mientras tanto, se deja a niños y niñas a cargo de otro familiar, pero si no se logra ubicar a los parientes, se los ingresa temporalmente a un centro de acogida.
El director Municipal de la Familia, Waldo Tarifa, indicó que el promedio actual es de cuatro a cinco denuncias de esta naturaleza cada semana, la mayoría de ellos entre viernes y domingo que es cuando se incrementa la ingesta de bebidas.
Uno de los casos que usó como ejemplo, es el de vecinos contactaron a las autoridades para alertar sobre lo que ocurría en un domicilio de Morros Blancos. Cuando el equipo de turno llegó al inmueble constató que el padre, la madre y su hijo adolescente estaban bebiendo junto a otras personas sin que nadie cuide al hermano menor y otros niños.
A esta situación la llamó “círculo de consumo entre padres e hijos” y cuestionó que sea cada vez más frecuente que se normalice el alcohol delante de adolescentes.
Otro de los reportes corresponde al mes pasado, cuando personal de la Policía Boliviana encontró a una mujer en estado de ebriedad en vía pública caminando con su bebé de cinco meses en brazos, lo que significaba un riesgo de sufrir un accidente de tránsito o un hecho delincuencial.
Cuando intervino la Defensoría, no se pudo obtener referencia de la dirección o el contacto de ningún familiar. Ante el estado de la madre, se tuvo que ingresar a la niña a un centro de acogida para que pase la noche.
También se suscitó un hecho durante los días de carnaval en el que una pareja acudió a una fiesta el martes de challa y dejó encerrados a sus hijos de 3 y 9 años, sin ningún tipo de supervisión, ni alimento.
El dueño de la casa en la que alquilaban fue quien pidió auxilio y rompió la cerradura para que los funcionarios puedan entrar.
Protocolo
Tarifa explicó que miembros de la Policía o ciudadanos que identifiquen a menores de edad en compañía de adultos consumiendo alcohol deben llamar a la DNA que tiene el número 69330777 o al Servicio Legal Integral Municipal (SLIM) al celular 78224111.
“El personal se constituye al lugar, verifica la situación y trabajo social contacta a algún familiar cercano para la restitución del menor. Por otra parte, se convoca al padre o la madre que hayan incurrido en esto a efectos de que se presente y reciba información sobre las medidas de protección a los hijos, además para que ingrese al programa de Fortalecimiento Familiar”, dijo.
Detalló que la cantidad de sesiones a las que debe acudir cada persona depende del diagnóstico inicial al entorno familiar. Sin embargo, mencionó que se cuenta con una base de datos y quienes no acudan o reincidan en esta falta deberán enfrentar una demanda ante el Juzgado de la Niñez y Adolescencia. De acuerdo a las circunstancias, incluso podrían ser procesados penalmente por delito de corrupción de menores.
La falta de comunicación, un problema recurrente
Sobre los resultados del programa de Fortalecimiento Familiar, el director de Familia, Waldo Tarifa, manifestó que el problema más recurrente es cuando los menores llegan a la adolescencia y no tienen un canal de comunicación con sus madres o padres. Entonces no cuentan con contención ni con una guía para gestionar sus emociones.
Acotó que cada familia es una estructura particular, pero las sesiones también pueden ser comunitarias si es que un grupo de vecinos o la junta de una unidad educativa se ponen de acuerdo para solicitar. En ese caso se pueden realizar “ruedas terapéuticas donde los padres lanzan ideas o sus inquietudes y el profesional les da una respuesta técnica a sus dudas”.