Condenan a muerte a futbolista iraní por defender a las mujeres
El futbolista iraní Amir Nasr-Azadani ha sido condenado a muerte por apoyar las protestas en favor de los derechos de las mujeres en su país, ha confirmado la Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesiones (FIFPRO), que ha pedido a las autoridades iraníes que eliminen la pena.
El jugador, de 26 años que ha jugado en algunos de los clubes de fútbol más importantes de Irán, fue condenado por "traición a la patria" después de haber participado en las protestas contra el gobierno del país.
"FIFPRO está conmocionada y asqueada por las informaciones de que el futbolista profesional Amir Nasr-Azadani se enfrenta a la ejecución en Irán después de hacer campaña por los derechos de las mujeres y las libertades básicas en su país. Nos solidarizamos con Amir y pedimos la eliminación inmediata de su castigo", señaló el sindicato de futbolistas en un comunicado.
También, Amnistía Internacional ha hecho un comunicado al respecto: "La organización ha pedido a la comunidad internacional que utilice todos los medios necesarios para presionar al gobierno iraní para que detenga las ejecuciones y la pena de muerte", apunta Diana Al-Tahavi.
Este lunes, Majid Reza Rahnavard, practicante de lucha libre, fue ahorcado tras ser condenado a muerte en un juicio que duró un día, por los mismo motivos.
El jefe de la Autoridad Judicial de Ispahan (centro-oeste), Abdullah Jafari, indicó el domingo que el futbolista, detenido desde el 18 de noviembre, estaba acusado de pertenecer a un grupo de nueve personas que trataron de atacar los "fundamentos de la República islámica de Irán", según la agencia Isna.
"Amir y otras tres personas son el origen de una protesta que se produjo el 16 de noviembre en Ispahan" durante la que tres agentes de seguridad murieron, según Jafari.
Amir Nasr-Azadani es sospechoso de haber estado implicado en la muerte de uno de los tres agentes de seguridad, según la agencia de prensa Tasnim.
Al menos 458 personas han muerto en la represión de las manifestaciones, según un balance establecido por la ONG Iran Human Rights (IHR), y al menos 14.000 personas han sido detenidas según la ONU.