“Boliches” se las ingenian para atender y evadir notificaciones en Tarija

Es viernes, y a las 22.00 horas, los locales nocturnos cierran sus puertas. Karaokes, pubs, discotecas, bares, todo tipo de “boliches” dejan de atender. O al menos así parece desde afuera, porque por dentro la realidad es distinta. Por dentro, la música, el baile y el consumo de alcohol, continúa.

Y es que los locales de diversión se han dado modos para reactivar su atención y no ser sancionados por las autoridades municipales que realizan los controles. Atienden a puertas cerradas.

Estos establecimientos decidieron reactivar sus actividades pese a que aún no existe autorización del Comité de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) o Municipal (COEM). Sus propietarios afirman que atienden “cumpliendo las medidas de bioseguridad” o “exigiendo el carnet de vacunación”.

Desobediencia civil

Para la directora de Orden y Seguridad de la Alcaldía de Tarija, Blanca Peñaloza, el funcionamiento de estas actividades que no son consideradas “esenciales” recae en la desobediencia civil por parte de los propietarios de dichos locales.

Aunque en las últimas semanas se evidenció que dichos locales funcionan prácticamente con normalidad, Peñaloza expuso que, cuando realizan operativos de control y asisten a estos establecimientos, las puertas se cierran inmediatamente impidiendo notificar al propietario o cerrar el local como establece la norma.

“Hay una desobediencia civil de estas personas y de quienes asisten a estos locales. Ustedes tienen conocimiento de que se consumen bebidas alcohólicas. Nosotros lo que hacemos es notificar, pero al no tener una orden fiscal para ingresar, nos cierran la puerta y nos amenazan con hacernos procesos; que nosotros vulneramos su derecho al trabajo, es muy difícil para nosotros porque los fines de semana trabajamos en coordinación con la Policía, Defensoría de la Niñez, Intendencia Municipal y tenemos que repartirnos”, indicó.

Peñaloza explicó que las medidas de prevención deben mantenerse en vigencia para evitar el contagio masivo de personas con Covid-19, por eso espera que se pueda llegar a algún acuerdo con los propietarios de los locales nocturnos y las instancias que corresponden para dar cumplimiento a las medidas de bioseguridad y restricciones.

“Hay una resolución que prohíbe las multas, nosotros tenemos que ir a hacer los desalojos correspondientes, pero al llegar a las fiestas nos cierran las puertas y nos amenazan, no nos dejan cumplir con nada. Nosotros no tenemos influencia para hacer una normativa para que los locales la respeten, hay protocolos de bioseguridad que ellos mismos están manejando para contener el Covid-19”, dijo.

Sumado a estas situaciones, el escaso personal con el que cuenta la Dirección de Orden y Seguridad, y la falta de recursos para realizar los operativos de control, son factores que hacen cada vez más difícil dar cumplimiento a las medidas de restricción en la ciudad.

Solo en la última semana esta dependencia de la Alcaldía emitió 242 notificaciones a restaurantes y otros locales que no cumplen con las restricciones o con las licencias de funcionamiento correspondientes, pero ni una de ellas fue remitida a un local nocturno.