Denuncian “favorecimiento” a presunto feminicida de Omaira
El sistema judicial esta semana falló a favor de Marcelo Valencia Ugarte, dando lugar al amparo constitucional que presentó para dejar sin lugar la sentencia que se había dictado anteriormente en su contra de 30 años de cárcel por el presunto feminicidio de su concubina, Omaira Vidaurre Sotar, ocurrido en 2012. La familia de la víctima exige justicia.
El padre de esta joven, que tenía 24 años cuando murió, Guido Vidaurre, denunció que existen suficientes elementos que inculpan a Valencia (sobrino del exfiscal Ramiro Ugarte), pero aun así tuvo que peregrinar durante casi ocho años en el proceso judicial. En marzo se obtuvo finalmente una sentencia, pero el acusado optó por el recurso de amparo constitucional que se resolvió a su favor.
“Un Tribunal de Sucre echó por tierra todo el proceso y el autor del delito está en posibilidad de conseguir su libertad. Este Tribunal considera que ningún Tribunal de Tarija ni la Corte Suprema saben tramitar y que no hicieron nada bien. Son más de siete años de procesos y en Sucre en un par de horas sacaron esa conclusión, ¿dónde quedan los derechos de la víctima?”, lamentó.
Vidaurre señaló que el objetivo de este amparo, que permite un retroceso para volver a evaluar la sentencia, es empleado por Valencia con el objetivo de que una vez que se cumplan los ocho años luego del hecho pueda pedir la extinción de la causa por prescripción de los plazos.
Antecedentes
El 12 de diciembre de 2012, la víctima y su concubino sostuvieron una discusión, por los gritos de auxilio de la joven la dueña del inmueble en el que vivían llamó a la Policía. Una vez que los oficiales llegaron la encontraron aún con vida, pero desangrando.
Aunque intentaron socorrerla, Omaira perdió la vida y según el examen forense era por esta herida hecha con un arma punzocortante que casi llegó hasta su hueso. El acusado señaló que en realidad sería ella la que se habría cortado, pero su versión fue desvirtuada porque ella era diestra, además que la dueña de casa declaró que había visto a la víctima sangrando y él se oponía a pedir ayuda.
Proceso
Inicialmente, desde la Fiscalía se calificó el hecho como homicidio, más adelante, en el juicio que se instaló en 2015, se cambió el tipo penal por asesinato. Sin embargo, el Tribunal de Sentencia Primero benefició a este sujeto con una pena de ocho años por homicidio por emoción violenta.
Tras una apelación en marzo de 2018 la Sala Penal Segunda cambió el fallo a 30 años, dictamen que se ratificó esta gestión.
Guido Vidaurre califica todo esto como “retardación de justicia” y pide que se esclarezca el hecho por la memoria de su hija Omaira, quien dejó en la orfandad a un menor de edad.