Tarija: Mujer teme por su vida y denuncia a su concubino, un policía
Asusta, preocupada y algo cansada, G.V. (según sus iniciales), quien estaba acompañada de su madre, decidió denunciar públicamente a su concubino, un policía, quien fue aprehendido el pasado viernes en la noche por el delito de violencia familiar, luego de que agrediera a su pareja tras una...
Asusta, preocupada y algo cansada, G.V. (según sus iniciales), quien estaba acompañada de su madre, decidió denunciar públicamente a su concubino, un policía, quien fue aprehendido el pasado viernes en la noche por el delito de violencia familiar, luego de que agrediera a su pareja tras una discusión por dinero.
La víctima tiene 27 años y es madre de una niña de 5. Afirma que sufrió agresiones psicológicas y físicas del sindicado prácticamente durante todo el año, pero no lo denunció por miedo a él (concubino) y a la sociedad, dado que es abogada de profesión. Sin embargo, tras el feminicidio ocurrido hace poco más de una semana, donde un policía fue el feminicida, decidió armarse de valor y denunciarlo para evitar que le pase lo mismo.
El viernes por la noche, ella se encontraba sola con su pareja en su domicilio ubicado por la zona de Tabladita, alistándose para salir a pasear. Sin embargo, J.R.C. (según sus iniciales) se puso de mal humor y dijo que finalmente no saldría y se quedaría en casa.
Ahí fue cuando empezaron a discutir, luego él le pidió a ella un dinero que afirmaba tenía hace un día en su pantalón pero ya no estaba; a lo que ella le aseguraba que no sabía del dinero. Así comenzaron los insultos, las amenazas y las agresiones físicas. Hubo jaloneos, empujones y golpes con los puños que según relata G.V. le hicieron perder la consciencia por un momento.
Al recobrar el sentido, ella recuerda que vio a su agresor recostado de nuevo en la habitación por lo que toda adolorida y atemorizada buscó su celular, que se lo había quitado el sindicado, y se fue hacia la cocina a beber agua y a pedir ayuda vía whast App a un amigo de la familia. Le dijo que había sido agredida por su pareja, por lo que le pidió que llame a la Policía.
Después de un momento el agresor salió del domicilio y se fue a un local de venta de comida cercano a su hogar. La mujer esperaba afuera de su casa a la Policía, por lo que cuando llegaron les dijo dónde estaba el agresor, así que fueron y lo aprehendieron para llevarlo posteriormente a la Estación Policial Integral (EPI) del barrio Senac.
Travesía de la denuncia
Una vez en la EPI, la víctima lamentó que en vez de recibir la ayuda necesaria por parte de los efectivos policiales, recibió por el contrario malos tratos y negatividad a recibir la denuncia por parte del sargento F.P.G., quien según la mujer, intentó proteger al denunciado, ya que él sería un trabajador de esa estación policial.
G.V. relató que el sargento que debía recibir su denuncia, le dijo que no veía razones o motivos suficientes para hacerle aprehender al sindicado, pero además, le “advirtió” que si lo denunciaba al agresor, eso sería motivo de separación.
La mujer le recordó al sargento que él no era médico forense para determinar si habría sido fuerte o no las agresiones y que solamente debía recibir la denuncia, situación a la que se rehusó totalmente. En eso llegaron los padres de la víctima y después de hacer varios reclamos y quejas, finalmente otro efectivo policial, una mujer, finalmente le tomó la denuncia.
“A mí me ha motivado a denunciar todo esto, el reciente feminicidio que ha pasado en Tarija, porque el agresor ha sido un Policía, he visto la misma conducta de mi pareja con los antecedentes del otro policía, entonces yo dije que no quiero esto para mí, porque tengo una hija en quien pensar. Además he visto en él que ese día podía haber pasado algo”, finalizó.
Audiencia
Finalmente, a la conclusión de la audiencia de medidas cautelar, el juzgado cautelar de turno determinó dar medidas sustitutivas a la detención preventiva al sindicado, además de haber homologado las medidas de protección a la víctima, es decir, que el denunciado queda prohibido de acercarse a la víctima.
La víctima tiene 27 años y es madre de una niña de 5. Afirma que sufrió agresiones psicológicas y físicas del sindicado prácticamente durante todo el año, pero no lo denunció por miedo a él (concubino) y a la sociedad, dado que es abogada de profesión. Sin embargo, tras el feminicidio ocurrido hace poco más de una semana, donde un policía fue el feminicida, decidió armarse de valor y denunciarlo para evitar que le pase lo mismo.
El viernes por la noche, ella se encontraba sola con su pareja en su domicilio ubicado por la zona de Tabladita, alistándose para salir a pasear. Sin embargo, J.R.C. (según sus iniciales) se puso de mal humor y dijo que finalmente no saldría y se quedaría en casa.
Ahí fue cuando empezaron a discutir, luego él le pidió a ella un dinero que afirmaba tenía hace un día en su pantalón pero ya no estaba; a lo que ella le aseguraba que no sabía del dinero. Así comenzaron los insultos, las amenazas y las agresiones físicas. Hubo jaloneos, empujones y golpes con los puños que según relata G.V. le hicieron perder la consciencia por un momento.
Al recobrar el sentido, ella recuerda que vio a su agresor recostado de nuevo en la habitación por lo que toda adolorida y atemorizada buscó su celular, que se lo había quitado el sindicado, y se fue hacia la cocina a beber agua y a pedir ayuda vía whast App a un amigo de la familia. Le dijo que había sido agredida por su pareja, por lo que le pidió que llame a la Policía.
Después de un momento el agresor salió del domicilio y se fue a un local de venta de comida cercano a su hogar. La mujer esperaba afuera de su casa a la Policía, por lo que cuando llegaron les dijo dónde estaba el agresor, así que fueron y lo aprehendieron para llevarlo posteriormente a la Estación Policial Integral (EPI) del barrio Senac.
Travesía de la denuncia
Una vez en la EPI, la víctima lamentó que en vez de recibir la ayuda necesaria por parte de los efectivos policiales, recibió por el contrario malos tratos y negatividad a recibir la denuncia por parte del sargento F.P.G., quien según la mujer, intentó proteger al denunciado, ya que él sería un trabajador de esa estación policial.
G.V. relató que el sargento que debía recibir su denuncia, le dijo que no veía razones o motivos suficientes para hacerle aprehender al sindicado, pero además, le “advirtió” que si lo denunciaba al agresor, eso sería motivo de separación.
La mujer le recordó al sargento que él no era médico forense para determinar si habría sido fuerte o no las agresiones y que solamente debía recibir la denuncia, situación a la que se rehusó totalmente. En eso llegaron los padres de la víctima y después de hacer varios reclamos y quejas, finalmente otro efectivo policial, una mujer, finalmente le tomó la denuncia.
“A mí me ha motivado a denunciar todo esto, el reciente feminicidio que ha pasado en Tarija, porque el agresor ha sido un Policía, he visto la misma conducta de mi pareja con los antecedentes del otro policía, entonces yo dije que no quiero esto para mí, porque tengo una hija en quien pensar. Además he visto en él que ese día podía haber pasado algo”, finalizó.
Audiencia
Finalmente, a la conclusión de la audiencia de medidas cautelar, el juzgado cautelar de turno determinó dar medidas sustitutivas a la detención preventiva al sindicado, además de haber homologado las medidas de protección a la víctima, es decir, que el denunciado queda prohibido de acercarse a la víctima.