Tarija: Quiso asfixiar a su concubina y fue aprehendido
Un joven mecánico de 19 años de edad acabó aprehendido el pasado fin de semana luego de que intentara asfixiar y encerrar a su concubina de 20 años en su domicilio. La víctima pudo escapar de su agresor y fue directo a sentar la denuncia contra su agresor. De acuerdo a la denunciante, el...
Un joven mecánico de 19 años de edad acabó aprehendido el pasado fin de semana luego de que intentara asfixiar y encerrar a su concubina de 20 años en su domicilio. La víctima pudo escapar de su agresor y fue directo a sentar la denuncia contra su agresor.
De acuerdo a la denunciante, el pasado sábado en horas de la tarde, cuando estaban en el barrio Santa Rosa, su concubino comenzó a asfixiarle con sus manos hasta que le quitó la respiración por unos segundos, pero la soltó para continuar agrediéndola con puños en piernas, brazos y cabeza. El sujeto le decía que no saldría de esa habitación con vida.
Asimismo, la joven mujer refirió que el agresor le dijo que él jamás la dejaría irse de su lado, y le advirtió que en caso de que ella lo dejara, él le haría daño a su sobrina y a su hermana.
Así, después de haberla agredido y amenazado, el sindicado se fue del cuarto, pero no sin antes dejarla encerrada con la puerta amarrada desde afuera. Pero ella pudo abrirla con un martillo que había adentro y cuando estaba escapando, se dio cuenta que su concubino la seguía, por lo que se fue a vender pan, a manera de disimular.
Cuando ella se estaba yendo de su venta, su agresor la estaba esperando y la obligó a subirse al auto, algo a lo que ella accedió por temor, pero una vez adentro le dijo que debía ir antes a recoger una cosa y le dio la dirección de una EPI, por lo que al llegar salió corriendo del auto y pidió ayuda. El sindicado salió corriendo tras ella y entró a la estación policial, donde fue aprehendido
De acuerdo a la denunciante, el pasado sábado en horas de la tarde, cuando estaban en el barrio Santa Rosa, su concubino comenzó a asfixiarle con sus manos hasta que le quitó la respiración por unos segundos, pero la soltó para continuar agrediéndola con puños en piernas, brazos y cabeza. El sujeto le decía que no saldría de esa habitación con vida.
Asimismo, la joven mujer refirió que el agresor le dijo que él jamás la dejaría irse de su lado, y le advirtió que en caso de que ella lo dejara, él le haría daño a su sobrina y a su hermana.
Así, después de haberla agredido y amenazado, el sindicado se fue del cuarto, pero no sin antes dejarla encerrada con la puerta amarrada desde afuera. Pero ella pudo abrirla con un martillo que había adentro y cuando estaba escapando, se dio cuenta que su concubino la seguía, por lo que se fue a vender pan, a manera de disimular.
Cuando ella se estaba yendo de su venta, su agresor la estaba esperando y la obligó a subirse al auto, algo a lo que ella accedió por temor, pero una vez adentro le dijo que debía ir antes a recoger una cosa y le dio la dirección de una EPI, por lo que al llegar salió corriendo del auto y pidió ayuda. El sindicado salió corriendo tras ella y entró a la estación policial, donde fue aprehendido