Pateó y abandonó a concubina por su embarazo
Una joven de 25 años de edad, en estado de gestación, denunció por violencia familiar a su concubino, toda vez que éste la habría agredido física y psicológicamente antes de abandonarla porque espera un bebé. Según la declaración de la denunciante, a finales del mes pasado, un día...
Una joven de 25 años de edad, en estado de gestación, denunció por violencia familiar a su concubino, toda vez que éste la habría agredido física y psicológicamente antes de abandonarla porque espera un bebé.
Según la declaración de la denunciante, a finales del mes pasado, un día domingo, ella estaba alistándose para ir hasta la zona de Piedra Larga, para ver a su hijo mayor, puesto que tenía que llevarle ropa y algunas otras cosas. Pero esto molestó a su concubino quien en un inicio no la dejaba salir, pero después agarró sus cosas, su ropa e hizo el ademán de irse.
La joven le pidió que no lo dejara, pero éste le reclamó por su embarazo y le dijo que si no lo quería abortar, él le pasaría la pensión necesaria. Ella seguía pidiéndole que no la deje, pero éste la empujó primero a la cama. Como ella se paró para pedirle nuevamente que no se vaya, él la volvió a empujar, pero en esa ocasión cayó al piso y ahí la pateó.
Inmediatamente después le dio 20 bolivianos y le dijo que si quería ir a ver a su hijo, que se vaya. Así que tras eso, el sindicado sacó su ropa de la habitación y se fue sin volver hasta la fecha.
El último contacto que tuvo la mujer con su pareja fue el último día de mayo, cuando éste le llamó y le dijo que ya no le importaba ni ella ni el bebé.
Según la declaración de la denunciante, a finales del mes pasado, un día domingo, ella estaba alistándose para ir hasta la zona de Piedra Larga, para ver a su hijo mayor, puesto que tenía que llevarle ropa y algunas otras cosas. Pero esto molestó a su concubino quien en un inicio no la dejaba salir, pero después agarró sus cosas, su ropa e hizo el ademán de irse.
La joven le pidió que no lo dejara, pero éste le reclamó por su embarazo y le dijo que si no lo quería abortar, él le pasaría la pensión necesaria. Ella seguía pidiéndole que no la deje, pero éste la empujó primero a la cama. Como ella se paró para pedirle nuevamente que no se vaya, él la volvió a empujar, pero en esa ocasión cayó al piso y ahí la pateó.
Inmediatamente después le dio 20 bolivianos y le dijo que si quería ir a ver a su hijo, que se vaya. Así que tras eso, el sindicado sacó su ropa de la habitación y se fue sin volver hasta la fecha.
El último contacto que tuvo la mujer con su pareja fue el último día de mayo, cuando éste le llamó y le dijo que ya no le importaba ni ella ni el bebé.