Hacía la previa con amigos y cayó desde un tercer piso
La justicia investiga los motivos de la caída de un joven de un tercer piso del edificio situado en Yerba Buena, en Tucumán. La víctima es Andrés Poviña, de 19 años, y se encuentra hospitalizado en estado delicado. Habría permanecido al menos dos horas tirado en el suelo. De acuerdo...



La justicia investiga los motivos de la caída de un joven de un tercer piso del edificio situado en Yerba Buena, en Tucumán.
La víctima es Andrés Poviña, de 19 años, y se encuentra hospitalizado en estado delicado. Habría permanecido al menos dos horas tirado en el suelo.
De acuerdo con lo publicado por el sitio La Gaceta, el caso, que es investigado por la fiscala María del Carmen Reuter, tiene varios puntos oscuros y se esperan los resultados de las pericias que se realizaron, así como la declaración de la víctima.
En un departamento del tercer piso del edificio Buena Vista, se encontraban siete jóvenes de entre 18 y 19 años haciendo una previa para ir a bailar. A ese lugar arribaron Poviña con dos amigos más.
Cerca de las 2, por razones que se tratan de establecer, los amigos abandonaron el lugar sin darse cuenta de que la víctima se había caído al vacío. Andrés fue encontrado por el guardia del lugar a las 4 de la mañana, es decir, dos horas después de la caída.
Los peritos creen que el joven salvó milagrosamente su vida porque cayó en el césped de la planta baja del edificio. Por las lluvias, el lugar se había transformado en un lodazal, lo que podría haber amortiguado el impacto contra el suelo.
Según declaró una vecina, manifestó que “la verdad es que no sentimos nada. Los ruidos típicos de una reunión de jóvenes. Pero las consecuencias de esa previa fueron espantosas”. La mujer confió que las escenas más fuertes se observaron cuando llegaron los amigos de Andrés.
Otra residente, que pidió que su nombre se mantuviese en reserva, dijo que “al parecer se enteraron de lo que había sucedido y volvieron corriendo al lugar. Los noté exaltados, pero me imagino que fue por la situación que se vivió. Es increíble, elegimos este lugar para vivir porque buscábamos paz y terminamos envueltos en esta locura. No se puede creer”.
El joven fue trasladado como NN al hospital Padilla. Cuando su familia se enteró del accidente, fue hasta el centro asistencial y, al descubrir que lo podían trasladar, sus parientes lo llevaron hasta una clínica. Allí, su padre, Juan Andrés Poviña, le dijo al medio tucumano La Gaceta que permanecía sedado y que debían aguardar las próximas horas para adelantar un diagnóstico. Además, explicó que desconocía las circunstancias en las que su hijo había caído al vacío.
La víctima es Andrés Poviña, de 19 años, y se encuentra hospitalizado en estado delicado. Habría permanecido al menos dos horas tirado en el suelo.
De acuerdo con lo publicado por el sitio La Gaceta, el caso, que es investigado por la fiscala María del Carmen Reuter, tiene varios puntos oscuros y se esperan los resultados de las pericias que se realizaron, así como la declaración de la víctima.
En un departamento del tercer piso del edificio Buena Vista, se encontraban siete jóvenes de entre 18 y 19 años haciendo una previa para ir a bailar. A ese lugar arribaron Poviña con dos amigos más.
Cerca de las 2, por razones que se tratan de establecer, los amigos abandonaron el lugar sin darse cuenta de que la víctima se había caído al vacío. Andrés fue encontrado por el guardia del lugar a las 4 de la mañana, es decir, dos horas después de la caída.
Los peritos creen que el joven salvó milagrosamente su vida porque cayó en el césped de la planta baja del edificio. Por las lluvias, el lugar se había transformado en un lodazal, lo que podría haber amortiguado el impacto contra el suelo.
Según declaró una vecina, manifestó que “la verdad es que no sentimos nada. Los ruidos típicos de una reunión de jóvenes. Pero las consecuencias de esa previa fueron espantosas”. La mujer confió que las escenas más fuertes se observaron cuando llegaron los amigos de Andrés.
Otra residente, que pidió que su nombre se mantuviese en reserva, dijo que “al parecer se enteraron de lo que había sucedido y volvieron corriendo al lugar. Los noté exaltados, pero me imagino que fue por la situación que se vivió. Es increíble, elegimos este lugar para vivir porque buscábamos paz y terminamos envueltos en esta locura. No se puede creer”.
El joven fue trasladado como NN al hospital Padilla. Cuando su familia se enteró del accidente, fue hasta el centro asistencial y, al descubrir que lo podían trasladar, sus parientes lo llevaron hasta una clínica. Allí, su padre, Juan Andrés Poviña, le dijo al medio tucumano La Gaceta que permanecía sedado y que debían aguardar las próximas horas para adelantar un diagnóstico. Además, explicó que desconocía las circunstancias en las que su hijo había caído al vacío.