Infiel pateó y golpeó a su esposa en plena vía pública
Un caso de violencia física y familiar ocurrió hace un par de días atrás en el que un sujeto S.C.M. (según sus iniciales) quien le es infiel a su pareja y que se encontraba en estado de ebriedad, agredió física y psicológicamente a su esposa, delante de sus hijos y en plena vía...
Un caso de violencia física y familiar ocurrió hace un par de días atrás en el que un sujeto S.C.M. (según sus iniciales) quien le es infiel a su pareja y que se encontraba en estado de ebriedad, agredió física y psicológicamente a su esposa, delante de sus hijos y en plena vía pública.
De acuerdo a la denuncia de la víctima E.M.S. (según sus iniciales), aquel día ella se encontraba junto a sus hijos, atendiendo la tienda de su esposo, cuando el sindicado apareció en estado de ebriedad, antes de que ella cierre la persiana, y comenzó a gritarle y reclamarle, insinuándole que no sabía atender bien su negocio.
Además de aquello le dijo que por todo eso se iría con “la otra” y le propinó una patada en el estómago. La mujer adolorida y agarrando a sus hijos intentó escaparse del lugar, pero éste no la dejó, hizo parar un taxi y la obligó a subir a ella y a sus hijos al auto. Una vez en el interior del motorizado, el sindicado continuaba agrediendo a la mujer, jalándole de los cabellos, dándole puñetes en el cuerpo y apretándole los brazos para evitar que ella se defienda.
Todo esto pasaba delante de los menores y por si fuera poco le pidió al taxista que los lleve hasta la comunidad de San Andrés, donde dijo que la continuaría golpeando, por lo que el taxista no le hizo caso.
Al ver esto el agresor llevó a su esposa y lo niños a un restaurant ubicado en el barrio de Senac, donde los obligó a comer. “Yo no quería comer, estaba muy mal, estaba llorando y mis hijos se encontraban asustados”, refirió la víctima.
Después de eso todos se fueron a su domicilio y una vez en el interior la mujer le contó todo lo sucedido a su hija mayor, quien tras escuchar todo lo vivido por su madre quiso llamar ese instante a la Policía para denunciar a su padre, pero éste le quitó su celular, quiso destruirlo pisándolo, pero finalmente no lo hizo.
Tras esto, el agresor se quedó toda la noche vigilando a su esposa para que ésta no salga del domicilio y vaya a denunciarlo.
Al consultar a la mujer si esta situación de agresión fue la primera que le tocó pasar, ésta refirió que no, dado que las agresiones serían constantes y que incluso en una ocasión lo hizo llevar a la estación policial. Cuenta que desde esa ocasión su esposo cambió de actitud, pero no duró mucho, puesto que ahora él tiene otra y al parecer alardea aquello incluso a sus familiares.
De acuerdo a información brindada por la Fiscalía General del Estado, cada día a nivel nacional se registran en promedio 58 casos de violencia familiar o doméstica.
La Fiscalía reportó que a septiembre de este año (en total 243 días) se reportó 15.935 casos de violencia familiar a nivel nacional. La mayoría de los casos se registraron en el departamento de La Paz con 4.636, le sigue Cochabamba con 3.498, le sigue Tarija con 1.939, Potosí con 1.350, Santa Cruz con 1.300, Chuquisaca con 1.150, Oruro con 894, Beni con 679 y por último Pando donde hubo 459 casos.
La violencia familiar o doméstica se castiga con dos a cuatro años de cárcel, según la Ley 348.
De acuerdo a la denuncia de la víctima E.M.S. (según sus iniciales), aquel día ella se encontraba junto a sus hijos, atendiendo la tienda de su esposo, cuando el sindicado apareció en estado de ebriedad, antes de que ella cierre la persiana, y comenzó a gritarle y reclamarle, insinuándole que no sabía atender bien su negocio.
Además de aquello le dijo que por todo eso se iría con “la otra” y le propinó una patada en el estómago. La mujer adolorida y agarrando a sus hijos intentó escaparse del lugar, pero éste no la dejó, hizo parar un taxi y la obligó a subir a ella y a sus hijos al auto. Una vez en el interior del motorizado, el sindicado continuaba agrediendo a la mujer, jalándole de los cabellos, dándole puñetes en el cuerpo y apretándole los brazos para evitar que ella se defienda.
Todo esto pasaba delante de los menores y por si fuera poco le pidió al taxista que los lleve hasta la comunidad de San Andrés, donde dijo que la continuaría golpeando, por lo que el taxista no le hizo caso.
Al ver esto el agresor llevó a su esposa y lo niños a un restaurant ubicado en el barrio de Senac, donde los obligó a comer. “Yo no quería comer, estaba muy mal, estaba llorando y mis hijos se encontraban asustados”, refirió la víctima.
Después de eso todos se fueron a su domicilio y una vez en el interior la mujer le contó todo lo sucedido a su hija mayor, quien tras escuchar todo lo vivido por su madre quiso llamar ese instante a la Policía para denunciar a su padre, pero éste le quitó su celular, quiso destruirlo pisándolo, pero finalmente no lo hizo.
Tras esto, el agresor se quedó toda la noche vigilando a su esposa para que ésta no salga del domicilio y vaya a denunciarlo.
Al consultar a la mujer si esta situación de agresión fue la primera que le tocó pasar, ésta refirió que no, dado que las agresiones serían constantes y que incluso en una ocasión lo hizo llevar a la estación policial. Cuenta que desde esa ocasión su esposo cambió de actitud, pero no duró mucho, puesto que ahora él tiene otra y al parecer alardea aquello incluso a sus familiares.
De acuerdo a información brindada por la Fiscalía General del Estado, cada día a nivel nacional se registran en promedio 58 casos de violencia familiar o doméstica.
La Fiscalía reportó que a septiembre de este año (en total 243 días) se reportó 15.935 casos de violencia familiar a nivel nacional. La mayoría de los casos se registraron en el departamento de La Paz con 4.636, le sigue Cochabamba con 3.498, le sigue Tarija con 1.939, Potosí con 1.350, Santa Cruz con 1.300, Chuquisaca con 1.150, Oruro con 894, Beni con 679 y por último Pando donde hubo 459 casos.
La violencia familiar o doméstica se castiga con dos a cuatro años de cárcel, según la Ley 348.