Cónsul peruano espera "justicia" para Cafferata por violación de derechos
El cónsul general del Perú en Santa Cruz, Jorge Rosado La Torre, expresó su confianza en que las vulneraciones al debido proceso y las garantías constitucionales de su connacional Renatto Cafferata sean corregidas y se haga justicia en el proceso judicial que terminó con sentencia de 30...



El cónsul general del Perú en Santa Cruz, Jorge Rosado La Torre, expresó su confianza en que las vulneraciones al debido proceso y las garantías constitucionales de su connacional Renatto Cafferata sean corregidas y se haga justicia en el proceso judicial que terminó con sentencia de 30 años de privación de libertad.
“Esperamos obviamente como consulado, como embajada e instituciones diplomáticas se haga justicia con un ciudadano peruano, nosotros estamos seguros que las autoridades judiciales bolivianas van a corregir los desbalances que han existido en esas dos primeras etapas del proceso penal (investigación y juicio oral) contra el señor Cafferata y declarar las cosas como deben ser”, expresó el diplomático a ANF.
En enero de 2011 Renatto Cafferata fue acusado del asesinato de su novia y en octubre de 2012 el Tribunal Quinto de Santa Cruz lo sentenció a 30 años de prisión sin derecho a indulto, sin haber escuchado su declaración.
El cónsul dijo que si hay algo muy claro en el caso, que ha sido advertido por la Cancillería y por la embajada peruana a la Cancillería de Bolivia, “es que ha habido una vulneración al debido proceso y a las garantías y derechos que tiene el señor Renatto Cafferata conforme a la legislación y Constitución Política del Estado de Bolivia”.
Esta afirmación, agregó, se basa en las determinaciones de las propias autoridades judiciales del país, como el Tribunal Constitucional Plurinacional y el Tribunal de Amparo, que han reconocido “que el debido proceso ha sido violentado”.
En 2016, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) anuló la resolución de los vocales de Santa Cruz y dispuso el inicio de un nuevo juicio con la inclusión de prueba extraordinaria de la defensa, pero esta determinación no se cumple por las autoridades judiciales cruceñas. Entretanto, Gladys Centeno, madre de Renatto, peregrinar en busca de justicia.
El caso
Cafferata fue acusado del asesinato de su novia Rosario Castedo ocurrida el 15 de enero de 2011, cuando fue encontrada con nueve puñaladas que le quitaron la vida en su domicilio de la ciudad de Santa Cruz.
Centeno explicó que, de acuerdo con la versión de su hijo, el día de los hechos, él llegó al domicilio de su novia cuando ella ya había sido herida de muerte y que antes de llegar a la casa vio salir a dos individuos que en ocasiones anteriores ya la habían visitado. La encontró desangrando boca abajo, pero aun con vida. Al intentar salir de la casa para pedir ayuda se topó con los familiares y vecinos de su novia que lo increparon y directamente lo acusaron de cometer el crimen.
Según el acusado, las dos personas que salieron del domicilio de su novia la visitaban regularmente para cobrarle una deuda adquirida por la expareja de ella, el brasileño Ricardo F. F., cuando ambos estaban juntos. F.F. se encontraría en Brasil detenido por posesión y transporte de 5 kilos de droga desde Bolivia a Portugal. Según esta versión, el caso se trataría de un ajuste de cuentas y los dos visitantes eran sicarios que, al no poder cobrar la deuda, finalmente le cegaron la vida a Castedo.
La madre del acusado denunció que desde el inicio del proceso en contra de su hijo éste fue irregular, porque no se tomaron en cuenta, se escondieron o falsearon las pruebas a su favor y prevalecieron las pruebas fabricadas que lo apuntaban como autor. Finalmente el Tribunal Quinto “en apuros” para sentenciar a Centeno, suspendió a sus abogados y designaron un defensor de oficio faltando horas para la audiencia final del juicio oral, en la misma que no se llegó a la parte de la declaración del acusado y se dictó el fallo.
Centeno además denunció que durante el proceso los investigadores, fiscales y policías intentaron extorsionarla pidiéndole $us 10.000 para cambiar el tipo penal de la acusación de asesinato a homicidio y posteriormente $us 20.000 “para obtener una sentencia favorable” a lo que ella se negó.
“Esperamos obviamente como consulado, como embajada e instituciones diplomáticas se haga justicia con un ciudadano peruano, nosotros estamos seguros que las autoridades judiciales bolivianas van a corregir los desbalances que han existido en esas dos primeras etapas del proceso penal (investigación y juicio oral) contra el señor Cafferata y declarar las cosas como deben ser”, expresó el diplomático a ANF.
En enero de 2011 Renatto Cafferata fue acusado del asesinato de su novia y en octubre de 2012 el Tribunal Quinto de Santa Cruz lo sentenció a 30 años de prisión sin derecho a indulto, sin haber escuchado su declaración.
El cónsul dijo que si hay algo muy claro en el caso, que ha sido advertido por la Cancillería y por la embajada peruana a la Cancillería de Bolivia, “es que ha habido una vulneración al debido proceso y a las garantías y derechos que tiene el señor Renatto Cafferata conforme a la legislación y Constitución Política del Estado de Bolivia”.
Esta afirmación, agregó, se basa en las determinaciones de las propias autoridades judiciales del país, como el Tribunal Constitucional Plurinacional y el Tribunal de Amparo, que han reconocido “que el debido proceso ha sido violentado”.
En 2016, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) anuló la resolución de los vocales de Santa Cruz y dispuso el inicio de un nuevo juicio con la inclusión de prueba extraordinaria de la defensa, pero esta determinación no se cumple por las autoridades judiciales cruceñas. Entretanto, Gladys Centeno, madre de Renatto, peregrinar en busca de justicia.
El caso
Cafferata fue acusado del asesinato de su novia Rosario Castedo ocurrida el 15 de enero de 2011, cuando fue encontrada con nueve puñaladas que le quitaron la vida en su domicilio de la ciudad de Santa Cruz.
Centeno explicó que, de acuerdo con la versión de su hijo, el día de los hechos, él llegó al domicilio de su novia cuando ella ya había sido herida de muerte y que antes de llegar a la casa vio salir a dos individuos que en ocasiones anteriores ya la habían visitado. La encontró desangrando boca abajo, pero aun con vida. Al intentar salir de la casa para pedir ayuda se topó con los familiares y vecinos de su novia que lo increparon y directamente lo acusaron de cometer el crimen.
Según el acusado, las dos personas que salieron del domicilio de su novia la visitaban regularmente para cobrarle una deuda adquirida por la expareja de ella, el brasileño Ricardo F. F., cuando ambos estaban juntos. F.F. se encontraría en Brasil detenido por posesión y transporte de 5 kilos de droga desde Bolivia a Portugal. Según esta versión, el caso se trataría de un ajuste de cuentas y los dos visitantes eran sicarios que, al no poder cobrar la deuda, finalmente le cegaron la vida a Castedo.
La madre del acusado denunció que desde el inicio del proceso en contra de su hijo éste fue irregular, porque no se tomaron en cuenta, se escondieron o falsearon las pruebas a su favor y prevalecieron las pruebas fabricadas que lo apuntaban como autor. Finalmente el Tribunal Quinto “en apuros” para sentenciar a Centeno, suspendió a sus abogados y designaron un defensor de oficio faltando horas para la audiencia final del juicio oral, en la misma que no se llegó a la parte de la declaración del acusado y se dictó el fallo.
Centeno además denunció que durante el proceso los investigadores, fiscales y policías intentaron extorsionarla pidiéndole $us 10.000 para cambiar el tipo penal de la acusación de asesinato a homicidio y posteriormente $us 20.000 “para obtener una sentencia favorable” a lo que ella se negó.