Vida en familia
Bullying y contacto social, los desafíos escolares de hoy
A la hora de abordar el acoso escolar, lo más importante será creer al menor, apoyarlo y no culpabilizarlo por la situación. Conocer los tipos de bullying es muy importante para poder identificarlos en el aula y fuera de ella



El bullying o acoso escolar describe una forma de violencia, ejercida por una o más personas, de forma intencionada y repetida, que puede ir desde insultos y ataques contra la salud emocional y psicológica de la víctima hasta maltratos físicos. Actualmente, el bullying representa un grave problema dentro del sistema educativo español, en el que un 9,4% de los alumnos lo padecen, según el testimonio de los propios menores. Mientras que el 47% de los compañeros no hace nada al respecto, pese a ser conocedores de esos casos. Estos son los datos del VI estudio 'La opinión de los estudiantes', publicado por la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR. Un reflejo de la complicada situación que viven muchos estudiantes en su rutina escolar.
Aunque los centros educativos cuentan con políticas de prevención para estos casos, el papel de los padres será fundamental a la hora de identificar si su hijo puede estar sufriendo una situación de acoso escolar. A la hora de detectar un caso de bullying hay que fijarse en distintos aspectos, especialmente en lo relativo al comportamiento del niño o adolescente. Dos de los síntomas más notorios son la tristeza y la ansiedad, las víctimas de acoso escolar no son capaces de desconectar ni siquiera en el hogar, ya que, al día siguiente, tendrán que volver al centro y encontrarse de nuevo con su acosador. Por lo que van a tratar de faltar a la escuela mediante excusas. También es común que sufran de dolores de cabeza, molestias y problemas estomacales, dificultades para conciliar el sueño o descansar y una baja autoestima y tendencia al autoaislamiento.
¿Qué deben hacer los padres si su hijo sufre bullying?
Los padres representarán la principal red de apoyo de los niños que sufren un caso de bullying o acoso escolar, por lo que estos han de estar preparados para saber cómo lidiar con esta situación.
Así han de actuar los padres de hijos que son víctimas de bullying
1 Dar importancia al asunto. El apoyo de los padres es fundamental en el caso de los niños que sufren de acoso escolar, por lo que es necesario que se validen las emociones del menor y se le dé la importancia que requiere. No se trata de “cosas de niños”, sino de una situación que no se debe subestimar.
2 Mantener la calma. Los padres tienen que mostrarse serenos y tranquilos, porque esto será lo que percibirán los niños e influirá en el sentimiento de seguridad.
3 Creer su testimonio. No hay que poner en duda al menor, sino confirmar esas sospechas para poner en marcha los protocolos pertinentes en el centro escolar.
4 No culpabilizar al niño.
5 No fomentar que se defienda por su cuenta, dado que esto podría empeorar la situación y exponerlos a un mayor riesgo.
6 Actuar de inmediato. Cuando los padres sean conocedores de que su hijo sufre bullying, lo primero será ponerse en contacto con el centro escolar al momento.
7 Dejarle seguir en el centro. Los padres deben escuchar los deseos del menor, ya que es posible que, pese a esa situación de acoso, no quieran abandonar ese centro y marcharse a otro.
8 Buscar ayuda profesional.
Estos son los 6 tipos de acoso escolar, o bullying, más comunes
El acoso escolar, tal y como lo define UNICEF es la conducta de persecución física o psicológica que un estudiante realiza contra otro de forma negativa, continua o intencionada. Esta forma de comportamiento puede conllevar agresiones verbales y/o físicas, acoso sexual, difamación, exclusión social, hurtos, extorsión o creación de rumores.
Los centros educativos son cada vez más sensibles al acoso escolar, pero también se sabe que continúa existiendo mucho desconocimiento entre familias e, incluso, docentes.
NACE es la Asociación No al Acoso Escolar y apunta que uno de cada cinco niños escolarizados en España sufre bullying. En lo que los expertos están de acuerdo es que, para poder ayudar a quienes lo sufren, es fundamental que padres y profesores estén atentos, porque se sabe que solamente el 15% de las víctimas comparte su miedo y su dolor con los adultos de su entorno.
Es necesario estar atentos si existe una mínima sospecha y esto es lo que se debe observar: Estar pendientes de cualquier marca física, como hematomas, arañazos o cualquier herida para la que no haya explicación clara; Es frecuente que los niños acosados se vuelvan introvertidos y pongan excusas para intentar no ir al colegio. Las víctimas sufren ansiedad con frecuencia, están nerviosos y no duermen bien; También suelen dejar de hablar con sus amigos y el rendimiento académico empeora.
Conocer los tipos de bullying es muy importante para poder identificarlos si se dieran, tanto en el aula como fuera de ella. Estos son los tipos de bullying más frecuentes, según la UNESCO.
Bullying físico
Es uno de los más comunes e incluye cualquier tipo de maltrato físico, como patadas, empujones, golpes y cualquier agresión física. También existe el llamado acoso físico indirecto, que es el relativo al hurto o al daño intencionado para robar al estudiante que sufre acoso.
Bullying psicológico
Se refiere al acoso moral, al intento de desequilibrar psicológicamente a la víctima. Son conductas que atentan contra la integridad del estudiante que sufre acoso, como hacerle sentir inferior, risas y burlas, que terminan por menoscabar la autoestima de la víctima y pueden llevarle a sentir ansiedad o depresión.
Acoso verbal
Es una forma de bullying centrada en los insultos hacia la víctima, burlas, ponerles apodos crueles o insultos. Es frecuente que estas agresiones verbales tengan lugar cuando la víctima está sola y paren en cuanto aparece cualquier adulto, cambiando el agresor de actitud.
Bullying sexual
En ocasiones se realiza sin que siquiera haya contacto físico, causando daño psicológico a la víctima, como silbidos, comentarios sobre el aspecto físico o gestos inadecuados. Pero también pueden darse actos de violencia física, acercamientos o tocamientos no consentidos. Incluye el bullying homófobo.
Ciber-bullying
Tiene lugar a través de las redes sociales, correo electrónico o aplicaciones y el objetivo es dañar a la víctima del acoso, provocar descrédito o ridiculizar. En ocasiones se publican fotos, vídeos o conversaciones sin consentimiento y casi siempre es material obtenido sin permiso. También se difunden bulos y memes y se hacen llegar amenazas, bien sean veladas o abiertas.
Bullying social
Consiste en hacer que la víctima se sienta socialmente rechazada. Excluir a una persona sin permitirle participar en el grupo. Mostrar abiertamente rechazo e, incluso, humillar.
Identificar el acoso a la mayor rapidez posible es fundamental para poder poder actuar, pero también se debe trabajar en su prevención, para intentar que no suceda. Para ello es importante que los estudiantes sepan también como identificar el acoso y estén concienciados del problema; no restar importancia a los pequeños detalles y escuchar activamente. Inculcar valores como el respeto y buen trato y ser ejemplo del trato respetuoso que ellos deben tener.
5 preguntas para hacerle a tu hijo cuando llegue del colegio
A lo largo de una jornada escolar, los niños realizan todo tipo de actividades, se les plantean diversos retos y se ven obligados a tomar varias decisiones. Todo esto influirá en todos los aspectos de su vida, de un modo u otro, así como en su desarrollo. Algunos padres tienen por costumbre decirles ciertas frases a sus hijos antes de ir al colegio, pero ¿qué hay de la vuelta? Existen formas más interesantes y beneficiosas de preguntarles qué tal les ha ido la escuela ese día.
De hecho, las respuestas que los niños puedan dar a esas preguntas no solo les serán de gran ayuda para fomentar sus valores y su capacidad de reflexión. Sino que también orientará a los padres a la hora de identificar si sus hijos se están adaptando bien o no a la vida escolar.
¿Qué preguntarle a tu hijo cuando llegue de la escuela?
La psicóloga Gabriela González, mediante su cuenta oficial de Instagram, propone a los padres una serie de cuestiones que recomienda plantearles a los niños una vez que vuelven a casa después de la escuela.
Las 5 preguntas que puedes hacerle a tu hijo después de la escuela
1 ¿Qué fue lo mejor de tu día? ¿Qué fue lo que no te gustó? De esta manera, los padres ayudarán a sus hijos a que sean capaces de identificar por ellos mismos qué ha sido lo positivo y lo negativo del día según su experiencia. También les permitirá aprender de ello.
2 ¿Alguien hizo algo amable hoy? Mediante esta pregunta, los padres harán reflexionar a sus hijos y les servirá para fomentar tanto su inteligencia emocional como la empatía de una forma consciente.
3 ¿Qué es lo mejor que aprendiste hoy? Lo que se pretende al lanzarles esta cuestión es que ellos mismos escojan qué lección ha sido la más importante o interesante del día. A continuación, los padres animarán a sus hijos a compartirla. De esta forma, se le da una oportunidad a los hijos de enseñarles algo, lo que será de gran ayuda para fomentar su seguridad y su confianza.
4 ¿Qué te hubiera gustado haber hecho diferente hoy? A lo largo de un día, los niños llevan a cabo múltiples acciones y se ven en la situación de tomar decisiones. Sin embargo, la realidad es que estas no siempre son las más acertadas. Por ello, esta pregunta les servirá para reflexionar acerca de su comportamiento. Además de poder ensayar mentalmente otros escenarios o posibilidades, es decir, alternativas quizás más favorables.
5 ¿Qué fue lo más divertido? No todos los días pueden ser increíbles y están repletos de buenos momentos, pero sí que se puede encontrar al menos un buen recuerdo. Esta pregunta plantea a los niños una reflexión y les enseña que todos los días puede sucederles algo bueno.
El bullying se extiende en las aulas bolivianas
El bullying en las unidades educativas es un problema latente en el país y a pesar de los avances en las normas de prevención, es difícil su erradicación. De acuerdo con datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) Bolivia, cuatro de cada diez estudiantes sufren acoso escolar.
Ya sea con apodos o insultos por un aspecto físico, color de piel o algún grado de discapacidad, este tipo de acosos atentan con el pasar del tiempo en la integridad psicológica y emocional de la niñez y adolescencia. Las víctimas, por temor a represalias, callan, ocasionando secuelas que pueden afectar en su vida.
No existen cifras que reflejen una cantidad de casos en el país, sin embargo, Unicef, enn su informe del pasado año, reveló que el 40% de los abusos se dan en lugares donde no hay profesores, como corredores y baños.