Vida en familia
El ritual de las 4A para tus hijos y otras claves del apego
Hablar sobre las cosas buenas que les pasan ayuda a los pequeños a cultivar el agradecimiento y la resiliencia. El momento de antes de ir a dormir puede ser un momento de preocupación y soledad para los pequeños
El momento de antes de irse a dormir es ideal para entrenar el apego seguro de hijos a padres. Así se denomina al tipo de vínculo por el que los niños se sienten respaldados, apreciados y valorados por los adultos de su entorno, lo cual es determinante para un desarrollo emocional pleno. Por la noche, los más pequeños se separan de los padres y se quedan a solas con sus pensamientos, algo que no es fácil para muchos. No obstante, esta situación presenta asimismo una oportunidad perfecta para fortalecer los lazos paternofiliales.
La psicoterapeuta especializada en crianza, Milena González, ha creado el ritual de las 4A, un método para ayudar a los padres a conectar con sus hijos, cultivar una actitud de agradecimiento o fortalecer su capacidad de resiliencia, entre otros beneficios. Esta rutina consta de cuatro ejercicios que sirven para generar conexiones en el cerebro de los pequeños que les permitan reforzar aquellos puntos positivos cuando están tristes o cansados. Por eso es recomendable ponerlo en práctica durante la noche, aunque la experta también abre la puerta a hacerlo en la hora de la comida o la cena.
En un video publicado recientemente, González explica ante sus más de 1,7 millones de seguidores en Instagram (@unamamapsicologa_) en qué consiste cada uno de los ejercicios. A continuación, descubrimos el significado del ritual de las 4A.
A de aprendizaje
Pídele a tu hijo que piense y diga en voz alta alguna cosa que haya aprendido a lo largo del día. Puede ser desde una palabra o un chiste a una habilidad en concreto o una historia sobre algún familiar.
A de agradecimiento
Siguiendo el mismo esquema que en el ejercicio anterior, dile a tu hijo que te cuente algo por lo que se sienta agradecido en el día de hoy. Esta es una excelente oportunidad para reforzar el concepto de agradecimiento y hablar sobre todos aquellos aspectos vitales que exceden lo material y lo económico como, por ejemplo, la salud o las personas a las que queremos.
A de avanzar
Si bien antes nos deteníamos en las cosas nuevas que tu hijo ha aprendido, pídele ahora que piense y nombre algún aspecto en el que haya progresado durante el día. Puede ser todo tipo de cosas en las que haya avanzado, que antes no hacía, como atarse los cordones, hacer la cama, fregar los platos, montar en la bici sin ruedines… Es importante resaltar cualquier avance por pequeño que parezca.
A de alegría
Al igual que hay cosas por las que dar las gracias, también puedes instar a tu hijo a pensar en las cosas alegres que le hayan hecho reír, sonreír o sentirse a gusto a lo largo del día.
Si ves que a tu hijo no se le ocurre nada, esta psicoterapeuta recomienda que los padres realicen el ejercicio en primer lugar. Al escucharte, para tu hijo será más fácil comenzar a expresarse. “Cultivar el agradecimiento, la resiliencia y una relación basada en el apego seguro con nuestros hijos consiste en hablar intencionalmente entre nosotros y reconocer y nombrar las cosas buenas que nos pasan. Pero también de todo lo que podemos aprender juntos mientras atravesamos pequeñas tormentas”, concluye la experta.
La clave del apego seguro
El vínculo emocional que se establece entre padres e hijos es conocido como apego, y su correcto desarrollo supone un factor clave para que el niño se desarrolle de forma saludable desde el punto de vista cognitivo, emocional, social y psicológico. Dependiendo del entorno en el que el menor crezca y cómo sea su relación con sus padres, el niño adoptará un tipo de apego en particular. Aunque existen distintas clases, estos se suelen dividir principalmente en un apego seguro o uno inseguro. Esto conllevará un gran impacto en el crecimiento del niño, pudiendo ser positivo y beneficioso para él, o todo lo contrario.
En el caso de los hijos con apego seguro, estos ven satisfechas sus necesidades, se sienten cómodos junto a sus padres y confían en ellos. Es decir, se trata de un vínculo saludable, que le facilitará la tarea de crear otras conexiones y relaciones sanas y duraderas en su futuro. En cambio, los niños con apego inseguro han aprendido a no confiar en sus padres y a reprimir sus necesidades, ya que saben que no serán satisfechas. Las consecuencias de esto es que pueden desarrollar problemas emocionales y sufrir de ansiedad y estrés. Por tanto, los padres siempre deberán asegurarse de establecer un vínculo de apego seguro con sus hijos.
El vínculo afectivo se empieza a crear desde el primer día de vida de los niños, apunta la psicóloga Isabel Rojas Estape. Como ya se ha adelantado, la naturaleza de este marcará en buena medida las futuras relaciones de los hijos. De modo que los padres han de esforzarse por desarrollar un apego seguro y sano con los menores. Para lograrlo, la especialista comparte una serie de consejos en su cuenta oficial de Instagram.
Desde bebé
El vínculo afectivo hace referencia a ese apego que se desarrolla entre una madre y su bebé desde los primeros momentos de vida de este, cuando tan solo es un recién nacido. Sin embargo, se trata de un proceso que se prolongará en el tiempo y que estará en continuo cambio conforme el niño vaya pasando por las diferentes etapas de su desarrollo. Una de las prioridades de la maternidad tiene que ver con construir un vínculo que sea saludable y positivo para el bebé.
No obstante, esto no siempre resulta una tarea sencilla si se dan ciertas circunstancias que pueden entorpecer el buen desarrollo de ese vínculo afectivo. Por ejemplo, un parto que haya sido particularmente complicado, en estos casos, conviene priorizar el descanso de la madre para su recuperación. También puede suceder en el caso de madres que sufren de depresión o problemas de sueño. En estos casos, se aconseja pedir ayuda al entorno y, si es necesario, acudir a un profesional. Especialmente para estos casos, existen una serie de formas de estrechar el vínculo con el bebé.
¿Cómo crear un apego seguro con los hijos?
Compartir
Compartir momentos. Esto se refiere a hacer todo tipo de actividades que lleven a los padres y a sus hijos a pasar tiempo de calidad juntos. Hay opciones para todos los gustos, desde leer, jugar o pintar hasta pasear. La psicóloga explica que esto ayuda a los niños a crear recuerdos felices y a sentirse mucho más cerca de sus padres.
Potenciar
Potenciar sus capacidades. Los padres deben prestar atención a las virtudes de sus hijos, es decir, observando en qué son buenos y ayudándoles a desarrollar esa capacidad. La psicóloga aconseja mostrar interés y compartir sus aficiones para crear un vínculo fuerte.
Cariño
Darle mucho cariño. Isabel Rojas Estape asegura que las muestras de cariño “significan mucho para los hijos”, dado que les hace sentirse imprescindibles para sus padres. Los abrazos, los besos, las palabras bonitas, todo ello tendrá un impacto positivo en los hijos.
¿Qué hacer para estrechar el vínculo con tu bebé?
Si se quiere mejorar el vínculo que existe entre madre y bebé, esto será posible poniendo en práctica una serie de consejos que ayudarán a fomentarlo y a estrecharlo de manera saludable.
1. Mantenerse cerca. No solo estando con el bebé piel con piel, algo muy recomendable, sino que también procurando que persista una cercanía aunque se realicen otro tipo de actividades.
2. Leerle y cantarle, ya que esto ayudará a que le sea más fácil reconocer sonidos y que la voz de su madre se convierta en algo que le resulte familiar y le transmita tranquilidad y seguridad.
3. Jugar con el bebé, esto es fundamental debido a lo estimulante y beneficioso que resulta. Puede optarse por todo tipo de divertimentos, desde los cuentos familiares hasta los títeres de dedo, sin olvidar los peluches y otro tipo de juguetes que puedan resultarle divertidos al bebé.
4. Responderle cuando llora y consolarle, ya que es muy importante ofrecerle toda la atención que necesita.
5. Disfrutar del momento de la alimentación, ya sea mediante el amamantamiento o por medio de un biberón, este es una de esas actividades especiales que los unen a ambos.
6. Hacer contacto visual a la vez que se le habla o se le dedican sonrisas, expresiones faciales positivas, y, en definitiva, muestras de amor al bebé.
7. Fomentar que desarrolle vínculos afectivos con otras personas importantes en su vida, como miembros de la familia. Al igual que es necesario que el bebé estreche su apego con su madre, también es positivo que lo haga con otros.