En Tarija el 8% de las muertes que ocurren se deben al cáncer
¿Y mis hijos? El calvario de las madres que sufren de cáncer
Su amistad comenzó hace meses cuando se conocieron en el albergue para pacientes con cáncer en El Alto
En Tarija el 8% de las muertes que ocurren se deben al cáncer, sobre todo relacionado al hígado, estómago, próstata, cuello uterino, pulmones y mama. Se estima que al año se registran 924 casos de cáncer, de los cuales solo se captan entre 100 y 130 casos en el sistema público de salud, lo que significa que el subregistro- es decir los que no están registrados- está por encima del 80 por ciento. Además, el 70 por ciento de los casos de cáncer corresponden a mujeres y el 30 por ciento restante a hombres.
En las mujeres se incrementan los casos a partir de los 30 años y en los hombres el mayor porcentaje se reporta desde los 50 años en adelante. Pero ésta es una enfermedad que tiene fuerte presencia en todo el país y las historias con relación a ella son desgarradoras.
Vanesa (36) y Charo (43) son dos amigas y pacientes con cáncer que luchan contra la enfermedad por amor a sus hijos. Vanesa tiene cinco retoños, el mayor tiene 21 y el más pequeño cumplió apenas 1 año, mientras que Charo tiene tres hijos, pero solo la última de 14 vive junto a ella.
Los costos de la quimioterapia son excesivos e inalcanzables para muchas personas
Su amistad comenzó hace meses cuando se conocieron en el albergue para pacientes con cáncer en El Alto. Las dos son de Cochabamba y llegaron a La Paz para buscar tratamiento contra su enfermedad que avanza sin piedad y los dolores son cada vez más insoportables dice Charo, que hace tres años fue diagnosticada con cáncer maligno en la cabeza.
Cuenta que con mucho esfuerzo y el apoyo de sus hijos mayores pudo costear una cirugía hace un año, pero la operación no resultó ser exitosa porque los médicos apenas pudieron extraer el 20% del tumor ya que se exponía al riesgo de morir.
“El tumor había avanzado y no podían sacar todo”, se lamenta mientras muestra una cicatriz que bordea toda su cabeza. Hace tres semanas comenzó a sentir fuertes dolores en el oído derecho y la cabeza. En las noches ya no puede dormir y a veces toma pastillas para que le ayuden a conciliar el sueño, sin embargo el sufrimiento que le causa el cáncer es incontrolable.
Desesperada, Charo buscó ayuda y los galenos le recomendaron quimioterapias. Sin embargo, ella no cuenta con dinero puesto que desde que comenzó la pandemia fue despedida de su trabajo como empleada doméstica. Su esposo falleció hace siete años por un cáncer intestinal y solo cuenta con el apoyo de dos de sus hijos, aún así no es suficiente para contar con los recursos que precisa.
Afirma que necesita medicamentos para comenzar la quimioterapia y cada uno tiene un costo entre Bs. 300 y 450, y requiere 20 para iniciar los tratamientos. Pese a las carencias y dolores, Charo no pierde la esperanza porque dice que cuando conoció a Vanesa se aferraron a Dios para sobrevivir ante la enfermedad.
“Somos de Cochabamba y la enfermedad nos ha acercado”, comenta alegre. Revela que muchas veces compartieron de un pan para no pasar hambre en el albergue.
Charo en el Hospital de Clínicas
Vanesa llegó hace tres meses a La Paz. Hace más de un año le diagnosticaron cáncer cervicouterino en etapa avanzada y desde entonces comenzó su lucha para vencer a la enfermedad. Hace una semana terminó sus radioterapias y espera que las autoridades de salud y médicos viabilicen su tratamiento de braquioterapia.
Dos meses no pudo ver a su bebé de 1 año y eso es lo que más le duele. Llora al recordar que a los dos meses de nacido tuvo que cortar la lactancia materna por los tratamientos. Relata que a sus 13 años fue víctima de violación sexual. La familia del agresor convenció a sus padres para que se casen y evitar la cárcel para su verdugo.
Pese a que no quería formar una familia con su agresor fue obligada y nada pudo hacer. Un año después nació su hija mayor y las promesas de que continuaría estudiando quedaron solo en promesas. Dice que fueron años de golpes, violaciones y maltratos.
Hace como seis años decidió escapar junto a sus hijos. Dos años después se enamoró y parecía que todo iba bien, sin embargo un día trágico su actual pareja sufrió un accidente de tránsito. Salvó su vida, pero quedó con secuelas. “no recuerda todo, tiene fallas en la memoria”, dice con tristeza.
Hace poco su familia fue desalojada de un cuarto donde rentaban porque el dinero se terminó y algunos familiares les brindan cobijo, pero tampoco pueden costear las facturas de luz y agua, apenas les alcanza para los alimentos del día, pañales y la leche que necesita su bebé.
“Estoy desesperada, cuando estaba sana me trabajaba de todo y sé hacer de todo. No me da miedo el trabajo, aun después de mis quimioterapias vendía queques, hacía manualidades en goma eva y deambulando me vendía, pero ahora aquí (en La Paz) no puedo hacer nada. Del albergue voy a mis radioterapias y cuando no tengo para pasaje me voy tempranito en la ambulancia que sale y tengo que esperar horas en el hospital”, cuenta.
Pese a las adversidades, Vanesa y Charo confían en que superarán la enfermedad sobre todo por el amor a sus hijos. “Todo el sacrificio, el dolor que estamos pasando va a valer la pena por nuestros hijos, ellos nos inspiran y nos dan fuerzas para luchar”, dicen, mientras se funden en un abrazo ambas amigas.
Para ayudar a las pacientes pueden comunicarse a los siguientes números de celular; Vanesa 76471422 y Charo 76975571.
Apuntes sobre la temática
Tarija
En las mujeres se incrementan los casos a partir de los 30 años y en los hombres el mayor porcentaje se reporta desde los 50 años en adelante
Cuello uterino
En el año 2019 se reportó que el departamento se encuentra en cuarto lugar a nivel nacional en mortandad por cáncer de cuello uterino.
Mujeres
El 70 por ciento de los casos de cáncer corresponden a mujeres y el 30 por ciento restante a hombres.