El material es resultado de casi 20 años de investigación
“Taraco, cuna de la morenada”, el libro que ratifica su origen boliviano
El autor Edgar Nina presentó el material explicando las etapas de la evolución de la morenada hasta su internacionalización
El investigador Edgar Nina presentó su libro “Taraco, cuna de la Morenada”, como resultado de un trabajo de décadas en el que se estaría comprobando que esta danza tiene su origen en este municipio paceño, además explica su proceso de transformación y expansión hasta ser adoptada en la cultura peruana.
Nina explicó que uno de los planteamientos principales de su material está en la demostración de que la Morenada tiene su origen en la época republicana y no colonial. Es decir que se descarta la proposición que manifestaba que esta danza consistiría en una representación de la esclavitud africana en las minas o haciendas, sino que desde su inicio habría nacido como un ritual de fe en honor a la Virgen del Carmen.
“Mi libro plantea que la morenada no existía en la colonia, el concepto de moreno no había. La morenada tiene su origen en Taraco, podemos hablar de sus orígenes por 1898 cuando se hace referencia a la institución ‘Cabeza de moreno’ que invitaba a las personas a formar parte de una comparsa. Es decir que tampoco existía el concepto de fraternidad”, explicó.
Etapa de creación
Nina explica que ya desde 1851 hay antecedentes en Taraco de la imagen del moreno como un músico trovador católico, en 1855 se lo ve formar parte de la danza de los Kallawayas, ya en 1875 se habla de sus características, pero en 1898 ya aparece su primera comparsa para la fiesta del Carmen.
Durante los años de investigación, el autor también llegó a identificar y detallar las características estéticas del traje de moreno. Esto también ayudó a revelar la historia de la danza.
“La ropa de Taraco se borda desde antes de 1898. De este bordado siempre se ha hablado, es elaborado con hilos de plata de 170 colores, ahí está la grandiosidad de la ropa del moreno que se hacía para el 16 de julio”, declaró.
Etapa de recreación, Achacachi
El investigador apuntó, que de acuerdo a los datos que obtuvo, se logró determinar que en un inicio de la fiesta se vendía, pero luego en la comunidad de Guaqui se adoptó la costumbre de revenderla para sus fiestas religiosas en agosto y diciembre.
“Era al principio para comprar y vender, no para alquilar. Entonces tenemos en claro que no es accesible, era una danza elitista. Cuando no llegan materiales de Europa por la Segunda Guerra Mundial ya no había disponibilidad de los hilos de plata y no tenía el mismo valor hacer los bordados con hilos de lana o mechilla”, agregó a tiempo de mencionar que el traje de Taraco tomaba para su elaboración un promedio de cuatro meses con doce horas diarias de trabajo.
Así llega la etapa de recreación del traje en Achacachi, donde se imita el bordado de Taraco, pero se incluyen nuevas formas como rosas que acompañan a las kantutas del diseño original.
También se modifican las características de la careta con una exageración de gestos y otro manejo de la paleta de colores.
Como en Achacachi ya se adoptó la práctica de alquilar los trajes, se volvió una danza más accesible, por lo que se incrementó el número de danzantes.
“Sigue la tradición de bailar y con los bordados de Achacachi se vuelve más accesible, crece la demanda en otros pueblos, ya no solo en unos cuantos como el primer circuito. Se habla, no solo de La Paz, va a Oruro, Potosí, Cochabamba y ahora a muchas partes del mundo”.
Etapa de occidentalización
Nina describe esta fase en el fenómeno que surge en el Carnaval de Oruro, donde cobra otra identidad y la danza adquiere otros patrones culturales, pues ya se vuelve más común la práctica de las fraternidades. Sin embargo, mantiene su carácter religioso y de ritualidad de la fe.
“Se aclara que mientras tanto en Taraco y Achacachi también se desarrollan prácticas de la morenada. Lo de Oruro se registra de manera paralela, en todos los sitios se desarrollan etapas paralelas”.
Etapa de exportación
Ya en la época más reciente, el 2011 el gobierno nacional declara la danza de la morenada como patrimonio cultural del Estado Plurinacional de Bolivia, con lo que arranca una etapa de internacionalización y exportación.
“Hay dos grupos que van a romper los esquemas de la morenada (…) con María Juana y Baleno se crean morenadas para el mercado internacional, se incluyen instrumentos como el saxofón y el piano. Se abren a un contexto internacional, donde ya no es necesario disfrazarse de moreno para bailar de moreno, ni presentarse en una entrada folklórica. En los videos se ve a civiles bailando, es un nuevo concepto”, detalló.
Ritualidad
Como una última etapa, quizás la más relevante, el autor habla sobre la ritualidad y de cómo la morenada se adopta como parte de la vida cotidiana, ya no solamente en espacios como entradas folclóricas.
“En La Paz, por ejemplo, en una boda después del vals se baila morenada y así se presenta la pareja a la sociedad (…) Como parte del ciclo de la vida, también aparece en la muerte. Desde antes, pero sobre todo durante la pandemia, se ve en los velorios como parte de honores fúnebres, en el cabo de año o Todos Santos, cerca de los cementerios se escucha morenada con la creencia de que el alma del moreno quiere volver y escuchar eso”.
Es así que Edgar Nina concluye definiendo a la morenada como una institución socio-religiosa que reúne música, danza y vestimenta típica con el objetivo de venerar a una imagen patronal católica.
Apuntes sobre
la temática
Morenada en Perú
Edgar Nina explicó que en Perú la morenada se adoptó como una práctica por la migración o matrimonios de su población con bolivianos. “Perú no tiene la historia que hay en Bolivia, ahí tienen una imitación y se presenta en el marco de lo que es el ballet y la coreografía. Recién están conociendo la morenada y haciendo su propia historia”, dijo apuntando cómo este fenómeno podría considerarse una bolivianización de la cultura en el vecino país.
Investigación
En 1993 Nina arrancó su proceso de investigación del origen de la morenada, presentando su primer material denominado “Ocho razones para declarar a Taraco la cuna de la morenada”. En 2011 hizo la presentación de una segunda investigación enfocada en la creación estética del danzante.
Este documento formó parte del material que sustenta la Ley 135 de Declaración de la Morenada como Patrimonio Cultural del Estado.
Cultura viva
Uno de los planteamientos del libro es que la morenada puede considerarse como originaria de Taraco, pues allá es cultura viva. Es por eso que no habría fraternidades allá, sino que es parte de la vida de la población y eso es lo que mantiene viva la institución de la “Cabeza de moreno”.