Como tratamos a la madre, así nos tratará la vida

Quien está en conexión y armonía con su madre, brilla.

Quien rechaza a su madre, generalmente también rechaza a una pareja.

Quien se cree superior a su madre, inconscientemente no se permite una vida plena.

Quien no respeta a su madre, tampoco lo hará con su pareja.

Es inútil trabajar sobre la relación de pareja mientras uno de los dos no está en armonía con su madre.

No nos permitiremos abrazos ni vínculos amorosos, fluir en armonía, si el vínculo con la madre está roto.

No podemos permitimos vivir toda una vida desde el resentimiento por nuestra propia percepción que no nos dio amor, nos abandonó, maltrato, humilló.

Todo lo que recriminas de ella, la vida se encargará que lo veas en ti y en tus relaciones amorosas o próximas.

Tu madre fue el canal de tu existencia, sin duda tuvo una vida más dura, más difícil, más solitaria de lo que tú puedes comprender.

Ella tal vez no tuvo el nivel de consciencia que tienes tú, ni la oportunidad de sanar.

Tú eliges romper el patrón doloroso o repetir el mismo programa.

Desconoces muchos de sus dolores y miedos.

Cambia los patrones de pensamientos que por generaciones ha causado conflictos emocionales.

Cuando trabajas en sanar el vínculo con la madre, todas tus relaciones comienzan a fluir incluyendo la pareja, éxito, la salud, la mirada de tus hijos, son energías que fluyen con el vínculo de nuestra madre.

Sanar a la madre es tomar conciencia que siempre nos amó, como ella aprendió.


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