Te quiero tranquila

Mujer, deseo que dejes de cargar el mundo sobre tus hombros.

Deseo que dejes de poner a todo mundo encima de ti, así sean tus padres, tus hijos, tus amigos o tus jefes.

Que dejes de comerte lo que sobra para que no vaya a la basura.

Necesito que entiendas que no podrás cambiar el mundo.

No podrás ayudar a todos los que te necesitan y estar para los que te aman, si no empiezas a amarte.

Necesito que te ames como amas a todos los demás, que te vuelvas tu principal prioridad y que no te trates como opción.

Que dejes de posponer el salón de belleza y de ofrecerte a tomar la foto para no salir en ella.

Yo no te quiero a dieta, ni delgada ni loca de fitness, te quiero sana, te quiero guapa, te quiero así, divina, pero con las ganas de hacer las paces contigo, con esa mujer que ya se dejó el cabello desatendido y no recuerda cuándo fue la última vez que estrenó algo.

Porque mirarte al espejo y ponerte linda no te hace menos mamá, menos tía, menos abuela, menos mujer, menos esposa o profesional.

Porque mientes al decir que nadie te mira, ¡te miras tú!

Tú, tu primer, verdadero y leal amor.

Tú, tu juez más duro.

Tú, tu gran saboteador.

Tú, quien no se perdona.

Tú, ¡¡¡la persona más importante en tu vida!!!

Yo quiero que te dediques un momento a hacer algo para ti, una lectura, un proyecto, una caminata, una visita que te ayude a sacar el dulce y confrontar lo amargo, y verás que la palabra PERDÓN, cuando viene de una misma para consigo misma, es una gran bendición.

Crece mujer independiente, sabia, ¡feliz!

El mejor y único compromiso es amarse y respetarse a sí misma.

Quiérete así: grande, única y feliz.


Más del autor
El olvido de la nacionalización
El olvido de la nacionalización
Tema del día
Tema del día
Para comprender el valor
Para comprender el valor