Los cerezos enamorados

Dos cerezos enamorados, nacidos distantes,

se miraban sin poder tocarse.

Los vio una nube, que movida por la compasión,

lloró del dolor y agitó sus hojas...

Pero no fue suficiente, los cerezos no se tocaron.

Los vio una tormenta, que movida por la compasión,

gritó de dolor y agitó sus ramas...

Pero no fue suficiente, los cerezos no se tocaron.

Los vio una montaña, que movida por la compasión,

tembló por el dolor y agitó sus troncos...

Pero no fue suficiente, los cerezos no se tocaron.

Nube, tormenta y montaña ignoraban,

que bajo la tierra, las raíces de los cerezos estaban entrelazadas

en un abrazo sin tiempo.


Más del autor
Siete bendiciones
Siete bendiciones
Tema del día
Tema del día
Camino a dictadura
Camino a dictadura