No fuerces

No te culpes por los que se han ido. Nadie te dejó, el universo solo quitó de tu camino a aquellos que no pudieron hacerte feliz. Debes tener cuidado sobre quién quieres en tu vida.

El ego, la ilusión y la carencia suelen nublar la visión de quién te conviene realmente. Por lo tanto, un consejo importante sobre el afecto es: no forzar.

No te empeñes en querer en tu vida a aquellos que en el libre albedrío no eligen permanecer. Una presencia saludable es aquella que se esfuerza por estar allí. Cuando alguien se va de tu vida, incluso si estás haciendo tu mejor esfuerzo, relájate y déjalo ir. A pesar de todo el dolor que puedas sentir en ese momento, confía, la vida nunca quita de tu lado a quienes realmente son parte de tu historia.

Algunas personas simplemente tienen que irse, porque su viaje no coincide con tu andar. Son personas que llegan a nuestra vida por una temporada, permanecen por un período. Muchas veces nos enseñan algo o son un ejercicio para nuestras emociones y para nuestra evolución, pero no están aquí para quedarse.

En el momento adecuado, la vida saca a estas personas del camino. No porque te castigue, sino porque necesitas dejar espacio para la llegada de quienes forman parte de tu camino.


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