La metáfora del amor
En un lugar de la vida, un hombre sabio estaba frente a un grupo de mujeres, que querían saber el secreto del amor.
Este se acercó a una gallina, una hermosa gallina de plumaje blanco de grandes patas con un pico largo y filoso, y comenzó a perseguirla, le habló bonito, hasta ganar su confianza y la gallina se dejó agarrar, y el hombre comenzó acariciarla hasta que por fin la tenía en sus brazos.
Después, cuando la gallina se sentía cómoda y confortable en esos brazos cálidos se quedó muy cómoda.
El hombre sabio comenzó a quitarle la primera pluma y al poco minuto le arrancó otra y otra y otra, así continuó quitándole las plumas.
La gallina desesperada por el dolor intentó fugarse, pero no pudo, le dio miedo.
Las mujeres quedaron sorprendidas, porque el hombre hacía semejante cosa, pero todas permanecieron en silencio.
Finalmente, la pobre gallina terminó desplumada y la colocó en el suelo y dice a las mujeres: ahora observen lo que va a suceder.
El hombre sabio pidió un puño de maíz y trigo.
La pobre gallina sin plumas, adolorida y hasta ensangrentada, comenzó a correr detrás del hombre sabio mientras éste le iba tirando granos de maíz y trigo.
El hombre sabio caminaba en círculos y la gallina detrás de él, esperando el momento en que le tirara un granito de maíz.
Las mujeres se quedaron sorprendidas y el hombre sabio les dijo:
Así reaccionan las mujeres esperando amor.
Un hombre las puede ir lastimando poco a poco, quitándoles pluma a pluma y permanecen ahí, hasta que en medio del dolor y del rencor deciden escapar, pero les da miedo. Y cuando finalmente se quedan sin plumas y las dejan en el suelo y pueden irse, regresan porque les ofrecen migajas de amor, lo persiguen esperando el momento en que les den un pedazo de algo.
"Mientras tu no tengas amor por ti misma, amor propio, vas a seguir permitiendo que te arranquen las plumas y a conformarte con migajas"
