Las almas
Se sentaron alrededor de la mesa redonda, para elegir su próxima lección para aprender.
Se levantó un alma fuerte y valiente y dijo...
- Voy a la Tierra a aprender a perdonar.
Las otras almas dijeron, asustadas:
- Pero es una de las lecciones más difíciles, no podrás aprenderla en una sola vida.
- Sufrirás...
Aun así, sabemos puedes lograrlo.
- ¡Te ayudaremos!
Una de las almas dijo...
-Estoy lista para acompañarte a la Tierra para ayudarte.
-Seré tu marido y en nuestra vida familiar habrá muchos problemas por mi culpa y tú aprenderás a perdonarme.
Otra alma suspiró...
-Yo puedo convertirme en uno de tus padres. Te haré vivir una infancia difícil y luego me meteré en todas las cosas que hagas y tú aprenderás a perdonarme.
Otra más dijo...
-Y yo seré el amor de tu vida.
Ese encuentro que no llega a concretarse formalmente porque ya has elegido una pareja y tendremos muchos obstáculos hasta que al final lograremos estar juntos.
Y la tercera alma dijo.
-Yo seré uno de tus superiores en el trabajo, te trataré mal injustamente, para que aprendas el sentido del perdón.
-Una más dijo.
Seré tu hija y tendremos problemas, porque no aceptarás mi independencia y modo de vida.
Otras almas acordaron conocerla en otras épocas de la vida, simplemente para repasar la lección.
Cada alma eligió su lección para aprender algo y enlazarse de manera diferente para apoyarse.
Prepararon un plan para la vida y todas bajaron a la Tierra.
Una de las particularidades de la enseñanza de las almas es ésta. Las memorias se borran al llegar a la Tierra al nacer. Y sólo algunos (en esta época cada vez más) reconocemos que las casualidades no existen.
Todo ha sido diseñado perfecto y sólo recordar nos ayudará a elegir conscientemente y cambiar cualquier realidad que ya no sirva para nuestra evolución. Somos libres y creadores. ¡Recuerda!