Vértigo

Cuarenta y cinco minutos de cola no fueron suficientes para lograr que justo cuando le tocaba subir a la montaña rusa, desapareciera ese respeto, que no miedo, que todo aparato mecánico que alcance los cien kilómetros por hora debería dar.

Las estadísticas no engañan, los antecedentes no pueden ser más favorables, que no haya habido ni un accidente ya no es una razón de peso cuando te sientes vulnerable una vez sentado y sujeto por una protección abdominal que apenas te deja respirar.

Gritas, cierras los ojos, te late el corazón con fuerza, te sientes vivo, vuelves a abrirlos, gritas todavía más, te falta el aire, extiendes los brazos, sube la adrenalina, olvidas los problemas, desaparece el miedo y repites.

Cuarenta y cinco minutos de viaje en bus no fueron suficientes para lograr que justo cuando ella apareció frente a sus ojos y sus miradas se cruzaron, desapareciera ese miedo, que no respeto, que nadie que esté realmente enamorado debería sentir.

La situación no puede ser más propicia, el lugar no puede ser más favorable, que no haya nada que perder y todo por ganar ya no es una razón de peso, cuando te sientes vulnerable y las piernas te empiezan a temblar tanto que apenas te permiten estar en pie.

Y sabes que gritarás, que te latirá el corazón con fuerza, que te sentirás más vivo que nunca, que te faltará el aire y te subirá la adrenalina, que olvidarás los problemas y desaparecerá el miedo… pero te sales de la cola.

Hoy mi canción es: “Vértigo” Ismael Serrano


Más del autor
Ya no es igual
Ya no es igual
Decisiones
Decisiones