Prioriza el ejercicio
Que el gimnasio es un lugar de socialización todos lo sabemos, y de hecho la gran mayoría de los que asistimos a entrenar a uno solemos tener un grupo de amistades que diferenciamos como las del gimnasio frente al resto de amigos que tenemos en otros ámbitos de la vida. Es cierto que entrenar...
Que el gimnasio es un lugar de socialización todos lo sabemos, y de hecho la gran mayoría de los que asistimos a entrenar a uno solemos tener un grupo de amistades que diferenciamos como las del gimnasio frente al resto de amigos que tenemos en otros ámbitos de la vida. Es cierto que entrenar conociendo a gente es mucho más llevadero y fácil, el problema es cuando nos topamos con alguien que utiliza el gimnasio como lugar de relaciones y solo acude a entrenar por este motivo, conocer gente.
Estas personas casi nunca llevan una rutina establecida de entrenamiento, ya que lo que hacen al ganarse nuestra confianza es adosase a nosotros a la hora de trabajar. Cuando decimos adosarse es literal, ya que no se trata de un compañero de entrenamiento que nos ayuda y aporta conocimientos para enriquecerse de los nuestros, sino que es alguien que no opina, no tiene iniciativa y siempre hará lo que nosotros le digamos. Es como si fuésemos su entrenador personal, pero gratuito, algo que nos frenará enormemente a la hora de conseguir un buen desarrollo muscular.
No queremos decir con esto que todos los que se dirijan hacia nosotros a hablarnos sean de este tipo de personas, sino que es un signo inequívoco que no podemos pasar por alto en ningún momento. Este tipo de personas no se tomarán los entrenamientos en serio, y mucho menos a la persona con al que entrenan, ya que cada día llegarán a una hora y se unirán a una u otra persona según les convenga. Para evitarlo es importante que los localicemos y sepamos que podemos hablar con ellos con una cierta medida priorizando siempre el ejercicio.