El agua recurso de vida y dinámica constante

El agua es una de las sustancias esenciales para la vida en la tierra, es uno de los elementos más importantes en la composición de los organismos, tanto de los seres humanos como de los animales, por esa razón, las personas buscan asentarse a orillas de los ríos para saciar su sed, facilitar las comunicaciones, favorecer los cultivos y generar la energía necesaria para el funcionamiento de sus industrias.

El agua cubre las tres partes de nuestro planeta; se la encuentra en océanos, lagos, ríos, en el aire y en el suelo, es la fuente y el sustento de la vida, contribuye a regular el clima del mundo y con su fuerza formidable modela la Tierra. Posee propiedades únicas que la hacen esencial para la vida. Es un material flexible: un solvente extraordinario, un reactivo ideal en muchos procesos metabólicos; tiene una gran capacidad calorífica y tiene la propiedad de expandirse cuando se congela. Con su movimiento puede modelar el paisaje y afectar el clima.

El agua posee propiedades que la convierten en una sustancia única y muy preciada en cualquiera de sus estados; líquido, sólido y gaseoso por las propiedades que posee como fuente de calor y de expansión.

Por la capacidad calorífica que tiene, el agua puede absorber una cantidad de calor importante sin aumentar demasiado su temperatura. Debido a esta elevada capacidad calórica, el agua modera el clima evitando cambios súbitos en la temperatura de los cuerpos de las especies que viven en el agua, ello ocurre porque absorbe el calor a medio día y lo restituye de noche.

El agua es un recurso importante en las actividades económicas, por cuanto la calidad o mala calidad de la misma impacta positiva o negativamente en la producción agrícola, sumado a ello el uso excesivo de fertilizantes, plaguicidas y de la gestión deficiente de los residuos ganaderos, bio-sólidos y otros residuos aplicados al suelo. El uso de agua en ganadería como bebida para los animales debe cumplir normas de calidad para garantizar la salud del ganado, pero además para prevenir la transferencia de elementos tóxicos a la cadena agroalimentaria.

Las industrias agroalimentarias y la minería requieren en mayor o menor medida agua para sus procesos de producción, sin embargo, ellas también generan niveles de contaminación mediante materias residuales, contaminación térmica y problemas de acidificación en el agua.

El deterioro de la calidad del agua es un gran problema que va en aumento, ello supone también riesgos para la humanidad, toda vez que cada persona dependiendo del peso y la salud que tienen debe consumir determinada cantidad de agua para mantener equilibrio en el funcionamiento del cuerpo, sin embargo, al ser cada vez más escasa el agua dulce los gobiernos deben llevar adelante acciones que estén orientadas a asegurar el “derecho al agua” sin que ello suponga costos elevados por el uso o la exclusión de poblaciones del beneficio de acceder al líquido elemento.

La realidad en cuanto a la cantidad y calidad del agua, lleva a realizar acciones de sensibilidad y concientización sobre el uso racional de esta sustancia entre las nuevas generaciones, de tal forma que permita el desarrollo social y el abastecimiento a la población, fortaleciendo la armonía con la Madre Tierra y todo lo que nos provee.


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