Diferenciando las empresas públicas de las entidades territoriales autónomas

Algunos analistas de la rama económica confunden varios aspectos relacionados al presupuesto entre una empresa pública (EP) y una entidad territorial autónoma (ETA), por lo que abordaré algunos aspectos muy importantes que se deben tomar en cuenta a la hora de realizar alguna crítica.

Las EP, se caracterizan por ser entes descentralizados institucionales, que logran una gestión eficiente, eficaz y orientada a la generación de excedentes y utilidades, al incremento de su valor económico y al cumplimiento de los fines económicos, públicos y sociales para los que fueron creadas; por lo que, una empresa tiene la finalidad de garantizar sus gastos de operación, inversión y funcionamiento con los recursos que generan de manera recurrente.

Las ETA garantizan el ejercicio pleno, generando las condiciones y los medios que contribuyan al logro de la justicia social, la igualdad de oportunidades, la sostenibilidad e integralidad de su desarrollo, que en caso boliviano estas no llegan a garantizar su sostenibilidad y dependen de las transferencias que realiza el nivel central del Estado.

Por otro lado, no debemos olvidar que de acuerdo a la Constitución Política del Estado y la Ley N° 031, Marco de Autonomías y Descentralización “Andrés Ibáñez”, la autonomía departamental, tiene la finalidad de impulsar el desarrollo económico, productivo y social en su jurisdicción; la autonomía regional, promover el desarrollo económico y social en su jurisdicción mediante la reglamentación de las políticas públicas departamentales en la región en el marco de sus competencias conferidas; la autonomía municipal, impulsar el desarrollo económico local, humano y desarrollo urbano a través de la prestación de servicios públicos a la población, así como el de coadyuvar al desarrollo rural; la autonomía indígena originaria campesina, impulsar el desarrollo integral como naciones y pueblos, así como la gestión de su territorio.

Por lo mencionado anteriormente, no corresponde realizar la comparación de una EP y una ETA, dado que cada uno tiene su función y su rol en el desempeño de la gestión pública, en la prestación de los bienes y servicios que la población necesita.

En el caso de las ETA, para la gestión 2022, por concepto de transferencias del Tesoro General de la Nación y Regalías recibirán el 4,7%, más que los recursos programados en la gestión 2021, donde las gobernaciones percibirán el 23%, los municipios, 53% y las Universidades Públicas, 21%, debido al buen desempeño y el proceso de reconstrucción de la economía que se está viviendo.

En cambio, las EP con su rol fundamental de generación de ingresos y generar mayor productividad, coadyuvan en la ejecución de los proyectos estratégicos orientados a seguir con la reconstrucción de la economía, transformar el aparato productivo con sustitución de importaciones, precautelar las finanzas públicas y continuar con las políticas sociales con redistribución de ingresos.

En este sentido, la participación de las EP han sido fundamental en el fortalecimiento de la demanda interna. Recordemos que, en la gestión 2005, las empresas apenas generaban ingresos del 4% de los ingresos del Presupuesto General del Estado (PGE), porque estaban convertidos en empresas residuales y eran unos simples administradores de contratos.

A partir de la nacionalización, recuperación y fortalecimiento de las EP, la participación en la economía se fue incrementando con la generación de ingresos, empleo y mayor productividad; y para el PGE gestión 2022, aportan con el 31,6% de los ingresos del presupuesto, por lo que es muy importante diferenciar el rol de las EP y las ETAs.


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