Navidad rural versus Navidad Urbana

Cuando hablamos de navidad, ¿Qué se te viene a la mente?, compartir una cena en familia, una chocolatada con los niños, o las tradicionales adoraciones y trenzadas que son por varios días. Si bien la navidad es una festividad religiosa católica que recuerda el nacimiento del niño Jesús, en Tarija se relaciona con costumbres y tradiciones que caracterizan y lo hacen diferente del resto del mundo. Inicia los primeros días de diciembre y se prolonga hasta el 6 de enero, día de los santos reyes.

Entre sus particularidades están las trenzadas y adoraciones que se realizan sobre todo en las comunidades campesinas, que según explica el costumbrista, Juan Flores, son bailes cantados que se practican para el nacimiento del niño Jesús el 24 de diciembre, se acompaña con la banda de música típica que interpreta los instrumentos como la quena, el bombo y el tambor, mientras que en otras comunidades como Tomayapo también se acompaña al son del violín.

De la misma manera, todos se ponen en afán de arreglar los pesebres para el nacimiento del niño Jesús, donde rinden las adoraciones y se reúne la chiquillada a rendir pleitesía con cánticos como por ejemplo: “Niño Manuelito, que bonito Sois, dentro tu cunita, grano de oro sois”, “Destrenzen las trenzas, vuelvan a trenzar, que el rey de los cielos, los ha de coronar”.

Además, no podemos olvidar las tradicionales chocolatadas que se acompañan con buñuelos, masitas, caramelos, y demás, que se entregan a los niños como incentivo por las largas jornadas de adoraciones y coreografías, sin embargo hoy en día en algunas comunidades se está sustituyendo por juguetes y que en cierta forma son las autoridades las que están fomentando a cambiar la verdadera identidad de la navidad, ya que son ellas las que llegan con juguetes para los niños.

De hecho, los cambios son notorios en la ciudad de Tarija, es lamentable pero cierto que predomina el tema comercial, los regalos, los adornos de arbolitos navideños, el encendido de luces en plazas y parques, el esperado regalo de Papá Noel o el Grinch últimamente y los tan afanados panetones por no seguir mencionando la larga lista de insumos que se compran, todos materiales.

Si hacemos memoria, en años anteriores, cada barrio tenía su casa conocida donde había mucho interés para rendir devoción, como las adoraciones, por la plazuela Sucre, en barrio “Las Panosas” existía una señora de nombre Liberata, quien se esmeraba en la preparación del nacimiento, allí se reunía no sólo el vecindario sino que gran parte de la población. En el Molino también se destacaba doña Balbina donde predominaban las trenzadas en grandes palos que plantaban en el centro de los patios, revestidos de telas de color y cintas, alrededor de los cuales los niños adoraban. Por el contrario, hoy son solo recuerdos, lo más próximo que podemos ver son las adoraciones en algunas plazas y parques.

Para este año 2021, el gobierno municipal de Tarija, realizó el lanzamiento de una serie de actividades en las que se destacan en su mayoría el encendido de luces y los coros infantiles, mientras las trenzadas y adoraciones en la ciudad   son escasas, para el costumbrista Flores, en su mayoría “los niños no saben adorar, no saben trenzar, ni tampoco no saben tocar un instrumento típico de la región”, ante esta preocupación nos preguntamos, ¿Qué está pasando con nuestra juventud y niñez?, ¿Qué estamos haciendo como instituciones para inculcar los valores culturales, las costumbres y tradiciones de nuestra región?.

Si bien la Escuela Municipal de Música Pastor Achá Martínez,  es una de las que difunde la danza regional folklorica, en este caso las trenzadas, el costumbrista Cumpa Mico cuestiona y dice que no le da la importancia total en lo que significa lo nuestro, “no es solo poner un palo y un disco de música para trenzar y no enseñar, puesto que cada parada tiene su ritmo y su canto, necesariamente tiene que cantar “pisa, pisa pastorcillo” y para destrenzar hay que cantar”. Es lo que se hacía en años atrás.

Cabe también mencionar que con la llegada de la pandemia de la Covid-19 afectó drásticamente toda nuestra vida y por ende las mismas actividades culturales y turísticas, las fiestas de fin de año en el 2020 por ejemplo, en su mayoría fueron suspendidas y algunas actividades fueron virtuales para no perder las costumbres de fechas importantes para el calendario cultural.

Las autoridades reconocen que la navidad de ahora no es la misma de antes, coinciden que hay que recuperar esa identidad. La esencia de la verdadera navidad tarijeña está a un paso de ser sustituida por la navidad comercial, aquella de regalos y juguetes para los niños, se requiere con urgencia políticas de recuperación y preservación de nuestras costumbres y tradiciones que debe incidir sobre todo en nuestra niñez, adolescencia y juventud.

*Estudiantes de Comunicación Social de la Universidad Domingo Savio


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