Lo que BOA recuperó

El Lloyd Aéreo Boliviano (LAB), creado un 15 de septiembre de 1925, ha sido considerado como uno de los más grandes emprendimientos nacionales que ha contribuido al desarrollo del país y ha permitido que se logre la integración con toda América y parte de Europa. Esta empresa, que logró...

El Lloyd Aéreo Boliviano (LAB), creado un 15 de septiembre de 1925, ha sido considerado como uno de los más grandes emprendimientos nacionales que ha contribuido al desarrollo del país y ha permitido que se logre la integración con toda América y parte de Europa. Esta empresa, que logró transportar a millones de bolivianos, se vio sometida al proceso de capitalización mediante Decreto Supremo N° 24146 de 19 de octubre de 1995, adjudicando a la Viacao Aerea Sao Paulo S.A. (VASP) las acciones a ser emitidas por la capitalización del LAB por un monto equivalente de USD47.5 millones, momento histórico en el que una de las empresas nacionales más representativas de ese entonces empezó a perder impulso, mermando su productividad, siendo víctima de un proceso fraudulento ocasionando su posterior quiebra.

Solo para recapitular, el LAB desde su fundación prestó importantes servicios al país contribuyendo a su desarrollo, haciéndose cargo de la construcción y mantenimiento de los aeropuertos, prestando servicios de comunicaciones, meteorología y tráfico aéreo hasta que se creó AASANA en 1967. Ente los grandes logros que se pueden rescatar está el hecho de que tenía la certificación internacional y la infraestructura necesaria única en Bolivia, para realizar servicios mayores de mantenimiento (“D” Check) así como los chequeos “A” y “C”, a las aeronaves que operaba la empresa, permitiéndole mantenerlas operables, contando con un plantel especializado para poder atender las necesidades de la misma. Este servicio de mantenimiento rutinario y preventivo ya no se realiza en Bolivia puesto que desapareció con la enajenación del LAB.

En el contexto actual, si hablamos de transporte aéreo en Bolivia, en la primera empresa que uno piensa es BOA, esto en el sentido y con toda lógica de que esta empresa fue creada con la intención de recuperar aquello que  en algún momento fue del LAB y de los bolivianos, tratando de mejorar la accesibilidad de este servicio a todos los usuarios y principalmente evitar la creación de monopolios privados, que en su momento lo ostento Aerosur. Sin entrar en detalle, BOA logró transportar mayor cantidad de pasajeros que Aerosur y LAB capitalizado en su tiempo, donde estas últimas hicieron un promedio de 710 mil y 655 mil pasajeros por año entre 2002 y 2012, mientras que BOA logra un promedio anual de 1.88 millones entre 2009 y 2018, alcanzando a transportar 3.23 millones en la gestión 2018. Del mismo modo, mostró un notable incremento de las rutas nacionales, en el sentido de que Aerosur en su momento contaba con 8 destinos mientras que LAB capitalizada con 10; una vez que entra BOA en operación la empresa inicia con 6 destinos nacionales pero para 2018 logra integrar 8 teniendo un total de 14 destinos para finales de 2018, permitiendo una mayor integración y ampliando la accesibilidad de los usuarios a este servicio.

Un tema que se debe puntualizar, es el hecho de que la capitalización trajo consigo una infinidad de problemas, ocasionando la inestabilidad y cierre de las empresas nacionales, sabiendo que estas tuvieron, tienen y tendrán un gran potencial de convertirse en el motor de desarrollo del país. Sin embargo, en la actualidad estas son blanco de los opinadores políticos y económicos dejando de lado la objetividad y en vez de generar críticas constructivas que permitan identificar y dar solución a aquellos problemas que podrían coadyuvar al desempeño de las mismas, lo único que hacen es desprestigiar la gestión y restarle mérito por el simple de hecho de ser Empresas Nacionales.

Es por todo esto que BOA está haciendo un esfuerzo con el afán de contar con un centro de mantenimiento de la misma magnitud y características con las que contaba el LAB antes de su capitalización, está recuperando la presencia de Bolivia internacionalmente, está rescatando la línea bandera para integrar a Bolivia, está eliminando el monopolio y los abusos contra los consumidores y por sobre todo, está permitiendo que muchos usuarios tengan una mayor accesibilidad al servicio en el sentido de que dejó de ser un lujo, convirtiéndose en una necesidad.

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