Turismo a fin de año

El turismo debía ser una herramienta para nuestro progreso económico, social y cultural. Y además debe ser un motor generador de empleo. Sin embargo, mucho lo subestimamos y desde la Alcaldía, Gobernación e incluso subgobernaciones, poco se ha hecho para potenciarlo.El turismo ayuda a...

El turismo debía ser una herramienta para nuestro progreso económico, social y cultural. Y además debe ser un motor generador de empleo. Sin embargo, mucho lo subestimamos y desde la Alcaldía, Gobernación e incluso subgobernaciones, poco se ha hecho para potenciarlo.El turismo ayuda a valorar el patrimonio natural y artístico de los pueblos, sirve como elemento de cohesión cultural y genera espacios de entendimiento intercultural, todo esto es bueno, pero en Tarija los esfuerzos son dispersos. Ahí tenemos por ejemplo la danza de los michizos, única en Bolivia y en el mundo, tenemos iglesias muy antiguas más que incluso las que se levantaron en otros departamentos, está también el arte rupestre de Padcaya, en fin muchas cosas que ni siquiera se han declarado patrimonio cultural y tampoco hemos hecho mucho para promocionarlas.A comparación de los visitantes que ingresaron en la gestión 2015, Tarija incrementó el 2016 el flujo de turistas en un 26,4 por ciento, según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en Tarija y a pesar de todo se estima que en 2017 la cifra aumente aún más. Hay diversos tipos de turismo y por ello muchas opciones para trabajar desde varios ámbitos, sin embargo, independientemente de los diversos tipos de turismo que existen hoy en día, esta industria genera el movimiento y reactivación económica del lugar donde se desarrolla, así, todos los países generan empleos, obras de infraestructura, desarrollos gastronómicos y hoteleros, crecimiento de los transportes, etc. Ésta es la razón por lo que debe ser de suma importancia para cada país. En Tarija además de ruinas, iglesias, arte rupestre, hay lugares cálidos como Los Chorros de Jurina, fríos pero deslumbrantes como las lagunas de Tajzara. Majestuosos como el Valle de los Cóndores y donde el turista puede practicar deportes extremos como El Cajón, en Bermejo.Pero pese a todo ese potencial, hay un dato que preocupa a nivel nacional, pues las nueve gobernaciones del país invertirán este año el 0,31% de su presupuesto en turismo, el porcentaje más bajo desde 2011. La cifra se explica por el recorte de presupuesto y la falta de competitividad del sector.Un análisis de la Fundación Jubileo da cuenta que en 2017, declarado por la ONU como Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, las gobernaciones —seis de las cuales están en manos de oficialismo— destinaron al turismo Bs 22,84 millones (0,31%) de los 7.262,24 millones que en total tienen para esta gestión. El porcentaje es el más bajo asignado a la industria de los viajes en los últimos seis años, ya que en 2011 las inversiones para el sector fueron del 0,83%, en 2012 del 1,72%, en 2013 del 1,31%, en 2014 del 1,81% y en 2015 del 0,89%.Sin quitarle la importancia y dejando a un lado las cifras o aspectos empresariales, el turismo también es importante en la vida de las personas pues el visitar nuevos lugares turísticos o trabajar en ellos, cambia totalmente nuestra percepción de las cosas, apreciamos la vida, la gente, los valores, pero sobre todo nos hace felices, crecer, redescubrirnos e interactuar en realidades diferentes a la nuestra. El turismo no es sólo una industria es una forma de vida, pero ¿será que nos atrevemos a vivirla?


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