Tariquía, el desafío

El Ministro Luis Alberto Sánchez, detrás del presidente Evo Morales, anunció la entrega de las zonas de San Telmo y Astilleros al gigante brasilero, venido a menos en lo de gigante y en lo de brasilero Wall Street mediante, y además aseguró que se trata de una operación inmediata cuyos...

El Ministro Luis Alberto Sánchez, detrás del presidente Evo Morales, anunció la entrega de las zonas de San Telmo y Astilleros al gigante brasilero, venido a menos en lo de gigante y en lo de brasilero Wall Street mediante, y además aseguró que se trata de una operación inmediata cuyos contratos deberían estar firmados y autorizados por la Asamblea Plurinacional antes del 31 de diciembre.La Reserva de Flora y Fauna de Tariquía es una de las últimas esperanzas del ejecutivo para lograr un rápido incremento de reservas. Para ingresar en Tariquía se modificó la Ley que las protegía, y para ello se diseñó también la Ley de Incentivos cuyos resultados, por el momento, no parecen ser suficientes. Petrobras ha explotado con gusto los campos de San Antonio y San Alberto, descubiertos ambos por Yacimientos a finales del siglo XX. Ha pinchado hasta la extenuación, literal, del campo, pero no se ha esforzado particularmente en encontrar nuevas reservas. La aventura en San Telmo y Astilleros puede ser la más arriesgada asumida por la empresa desde que llegó y de alguna forma da luz a las pretensiones del país vecino de mantener cierto volumen de compra de gas natural a partir de 2019, que en todos los foros ha manifestado que será al menos la mitad de lo que hasta ahora se lleva y que es 30,5 millones de metros cúbicos.El Gobierno ha cambiado de estrategia radicalmente respecto a la promoción del área. A principios de año se empeñó en una defensa militante del proyecto, exhibiendo cifras y planes, beneficios para Tarija, etc. El rechazo ciudadano fue fuerte ante lo que se veía como el enésimo intento de depredación sobre el departamento que no ve reciprocidad en su aporte. Sánchez y Morales decidieron entonces callar y avanzar lejos de la tensión mediática. La comunidad de Tariquía se dividió entre los que ven con buenos ojos la exploración y los que temen que acabé por erosionar la reserva. Los municipios afectados, sin embargo, si han puesto buenos ojos a una zona tradicionalmente olvidada que ahora les puede dar réditos en forma de regalías. Esa es la tercera pata del banco, los municipios han exigido una modificación en la Ley que distribuye las regalías. Si no se cambia, el 45 por ciento de la renta producida en Padcaya se iría al Chaco.En defensa de la verdad, es cierto lo que el Ministro Luis Alberto Sánchez dice al respecto del impacto medioambiental. Sólo 90 hectáreas de las más de 140.000 que tiene la reserva se verán afectadas por la superposición del área de San Telmo. También los ecologistas han reconocido que la actividad petrolera, con las tecnologías actuales, no es la actividad más dañina ni peligrosa que acecha la Reserva. Más preocupante puede resultar la represa de Cambarí, en fase de preinversión, que llegaría a inundar el corazón de la Reserva afectando con probabilidad a los equilibrios del ecosistema. También duele sobremanera en Tariquía la depredación maderera, que ya ha esquilmado buena parte de su contorno, más de 12.000 hectáreas, sin que nadie se preocupara demasiado.El Gobierno ha pasado de largo por el debate social y no es seguro que alguien se atreva a dar la batalla política. Tariquía ha sido olvidado por todos y todos han olvidado cual era el concepto de las regalías y que había que hacer con ellas para cuando llegara el momento en el que se agotara el recurso fósil no renovable. A todos nuestros políticos les ha gustado gastar toda la plata de las regalías, sin excepción, y muy pocos han pensado en invertir para generar alternativas. Tariquía puede ser la siguiente víctima. De todos depende que no lo sea.


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