Setar: Modernizarse o morir
La mayor empresa de Tarija por volumen de facturación se convirtió en una especie de objeto del deseo desde el primer día de la gestión de Adrián Oliva, de hecho el hoy candidato a cuanto tribunal sea convocado y entonces último asesor de Lino Condori, Pablo Valeriano, intentó nombrarse...
La mayor empresa de Tarija por volumen de facturación se convirtió en una especie de objeto del deseo desde el primer día de la gestión de Adrián Oliva, de hecho el hoy candidato a cuanto tribunal sea convocado y entonces último asesor de Lino Condori, Pablo Valeriano, intentó nombrarse Gerente en el último minuto modificando su ordenamiento institucional.Después vino la guerra de los reclamos. O de los tarifazos. Fuera una lamentable cadena de errores o fuera una estrategia finamente coordinada, la empresa tarijeña con mayor presencia en el territorio departamental, empezó a repartir facturas elevadísimas entre usuarios de más bajos ingresos. Las filas se acumulaban en las nuevas oficinas del Mercado Bolívar. Los reclamos y el malestar iban creciendo y se extendía por todas las provincias. Las facturas pasaban de 90 a 600 en un solo mes y al siguiente volvían a 85. El “error” era evidente.Todavía no se han depurado todas las responsabilidades de aquel impasse, algunos hasta pretenden reincidir, todavía alguno piensa que fue un simple ejercicio de acoso político con el centro en el bolsillo de los ciudadanos. Otros incluso apuntaron al entorno del Ministro Luis Alberto Sánchez, quien por entonces tenía competencias también en energía y se mostraba como el mayor partidario de la intervención de ENDE, como los posibles beneficiarios de la treta.Setar le costó la pega a un secretario que sabía mucho de la teoría y menos de la práctica. También desfilaron varios gerentes, algunos batiendo records de fugacidad y otros bajo la sombra de las bobinas de cable desaparecidas.A la fecha, el fantasma de la intervención parece haberse despejado, no por la gestión del cuestionado secretario Freddy Castrillo, que aguanta contra viento y marea pese a su escándalo de cuarta con los vales regalados cuando era asambleísta, que le hace poco bien a la gestión, sino por el propio agotamiento del Gobierno en intentarlo. Durante la gestión de Condori lo planteó el Ministro de Hidrocarburos y tarijeño Pepe Sosa, después su sucesor Luis Alberto Sánchez. Que la competencia se haya convertido en cartera propia y se haya puesto al frente a un ministro no tarijeño ha podido aplacar las ansias de algunas roscas locales por acapararlo.La principal amenaza de Setar es la codicia. Basta darse una vuelta por la web del Sistema de Contrataciones Estatales para entender. La mayoría de las licitaciones de Tarija tienen como origen Setar. Todos los días se compra algo. O se adjudica. Aunque después, para sorpresa, la mayoría de los nuevos usuarios acaba por comprar su cable y pagar su instalación ante la deficiente gestión y los plazos imposibles que proponen para algo tan sencillo y necesario como conectar una vivienda legal al servicio eléctrico.Setar necesita modernizarse y que todo el mundo se dé cuenta de ello. Empezar a pagar en banco es un buen primer paso que no solo facilita la vida al ciudadano sino que, sobre todo, disminuye las posibilidades de que alguien meta la mano en la caja. La lecturación digital y otros avances pueden dar cierta tranquilidad al usuario junto a una medida básica y que por alguna extraña razón no se ejecuta: publicar bien clarito los costos y tramos tarifarios que hasta el momento se guardan como un secreto mayúsculo.Setar no puede perder más tiempo en convertirse en una empresa solvente y de servicio público con el objetivo de que lo siga siendo. El Decreto de Reactivación Económica contempla medidas que suenan mucho a privatización, más nadie entendería desprenderse de una empresa que genera beneficios para el departamento. El tiempo corre.