La Paz, a 206 años de su grito libertario

Pero el mensaje de libertad contenido en la proclama de la Junta Tuitiva –que desafío al poder de la España colonialista– se irradió por todo el territorio patrio como una monumental pira que iluminó el camino de la lucha libertaria durante quince años hasta alcanzar la ansiada...

Pero el mensaje de libertad contenido en la proclama de la Junta Tuitiva –que desafío al poder de la España colonialista– se irradió por todo el territorio patrio como una monumental pira que iluminó el camino de la lucha libertaria durante quince años hasta alcanzar la ansiada independencia.Juan Antonio Figueroa, Basilio Catacora, Apolinar Jaén, Buenaventura Bueno, Juan Bautista Sagárnaga, Melchor Jiménez, Mariano Graneros, Gregorio García Lanza y Pedro Domingo Murillo pagaron con su vida el haber proclamado que “ya es tiempo de levantar el estandarte de la libertad en estas desgraciadas colonias adquiridas sin el menor título y conservadas con la mayor injusticia y tiranía”.Han transcurrido 206 años de la revolución paceña, del sacrificio de los protomártires de la independencia y de la proclama de la Junta Tuitiva, pero a la luz de los tiempos que corren hoy, el departamento de La Paz –cuya capital es una de las ciudades maravillosas del mundo- enfrenta una serie de desafíos para encarar su desarrollo.Su condición de sede de gobierno le ha otorgado un protagonismo central en la vida política del país y en muchos momentos cruciales de nuestra historia, en sus calles y en sus plazas se ha decidido el destino del país y sus habitantes han dado claros ejemplos de que La Paz es “tumba de tiranos y cuna de la libertad”.No obstante, La Paz enfrenta hoy una serie de desafíos en procura de alcanzar su desarrollo. Según el Censo de Población y Vivienda de 2012,  en sus 133.985 kilómetros cuadrados viven 2.706.351 personas de los 10.059.856 habitantes de Bolivia y el Producto Interno Bruto (PIB) del departamento alcanzó a 6.826 millones de dólares, el 25,4% respecto del total nacional, según datos de la Cámara Nacional de Comercio de 2013.Según sus autoridades, entre los principales desafíos que enfrenta el departamento se encuentra la implementación de una verdadera autonomía que le permita avanzar y solucionar los problemas urgentes de su población, la articulación de la mancha urbana metropolitana constituida por los municipios de La Paz, El Alto, Viacha, Achocalla, Mecapaca, Pucarani, Laja y Palca, mejorar el sistema de transporte público, ampliar la infraestructura carretera y asumir medidas en contra de la contaminación medioambiental.Otro de los desafíos paceños es la diversificación de su economía con el impulso de otras actividades productivas y de servicios como el turismo. La Paz es una región que cuenta con un generoso potencial turístico.Topográficamente La Paz es única y fue elegida como una de las ciudades maravillas del mundo. La región cuenta con atractivos turísticos como Tiwanaku, el lago Titicaca, el Santuario de Copacabana, el Parque Nacional Madidi, los Yungas y condiciones para conectar con lugares tan diversos como Uyuni (Potosí) y Rurrenabaque (Beni). En su condición de sede de gobierno también es escenario de casi todos los conflictos sociales en el país. Por ejemplo, estos días La Paz es testigo de las protestas callejeras de dirigentes cívicos de Potosí, movilizados por reivindicaciones regionales.Sin embargo, en los últimos años la ciudad de La Paz y la vecina El Alto se han beneficiado con la implementación de obras de gran trascendencia para  el transporte de pasajeros como la red del Teleférico y los buses Pumakatari. Además, YPFB –en asociación con la venezolana PDVSA- perfora el pozo Lliquimuni Cetro X1 y ha obtenido buenos indicativos sobre la presencia de hidrocarburos en esa región, en el norte del departamento. Hace poco, se inauguró la planta ensambladora de equipos tecnológicos Quipus, instalada en el Parque Industrial de Kallutaca, en el municipio de Laja, y se encuentra en una etapa avanzada la instalación del ingenio azucarero de San Buenaventura.En ese contexto, a La Paz hay que verla como ciudad, pero también como región, porque en la sede de gobierno conviven bolivianos de todas las regiones del país y muchos han levantado en Chuquiagu Marka su hogar y la de sus hijos.


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