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Los “países mineros”

Tenemos algunas noticias recientes muy inquietantes sobre esto, concretamente la explotación ilegal de supuestos comunarios en Mallku Khota, que es una mina en Potosí explotada  (no nos consta  si en forma absolutamente legal) por la South American Silver, una empresa minera canadiense...

Tenemos algunas noticias recientes muy inquietantes sobre esto, concretamente la explotación ilegal de supuestos comunarios en Mallku Khota, que es una mina en Potosí explotada  (no nos consta  si en forma absolutamente legal) por la South American Silver, una empresa minera canadiense privada con sede en Vancouver, que además de  Malku Khota en Bolivia tiene explotaciones de  proyecto de cobre y oro a gran escala en Escalones, Chile.Y decíamos que no nos consta la plena legalidad de explotaciones mineras en Bolivia, porque, por su lado, hace apenas unos meses el gobierno colombiano, oficialmente, informó que los grupos armados fuera de la ley se financian ahora con la minería ilegal y no con el narcotráfico.No es problema exclusivo de Colombia, por cierto, pues hace apenas diez días una publicación especializada (BNA) informaba que La minería ilegal en Perú es también ahora una industria más grande que el narcotráfico, de acuerdo con la consultora peruana especializada Macroconsult. Las exportaciones de la minería ilegal en el Perú habrían sumado al menos 1.793millones de dólares el año pasado, mientras que se cree que el narcotráfico sería responsable de “sólo” 1.211 millones El director de la consultora mencionada agregó que las cifras para la minería no incluyen a la Región Madre de Dios, vecina de Bolivia, y hace también esta inquietante revelación: “Se piensa que toda la producción aurífera de Madre de Dios es ilegal. Esta región fue responsable de un 14% de la producción de Perú el 2011”.Siempre con la misma fuente, las utilidades de esa explotación aurífera ilegal llegarían a 1.002 millones de dólares, por lo menos, por lo que el Estado peruano estaría perdiendo, además de los minerales, millonarias recaudaciones por impuestos a la renta.Eso en el Perú, que hace que ahora tengamos más preocupación por lo que estará pasando en casa. Tememos que Mallku Khota no sea lo único, pero si lo más notorio, pero no necesariamente lo más grande.En esta especie de “destino manifiesto” que el modelo capitalista imperante parece haber determinado para nuestros países, especialmente para Bolivia, de ser únicamente proveedores de materias primas, deberíamos por lo menos, como mínimo, saber cuántas minas tenemos y si todas están explotadas con total legalidad, algo por lo que difícilmente apostaríamos, porque sabemos que nuestros sistemas estatales de control, tanto para minerales como para petróleo y gas, son muy precarios.Si creyéramos que la Organización de Estados Americanos pudiera servir para algo, pensaríamos que al menos de este problema común a varios de nuestros países se ocuparan en su próxima Asamblea General. Es decir si las transnacionales mineras (estadounidenses, canadienses, brasileras  o con cualquier otro rótulo) no se oponen.No creemos que lo hagan, porque hemos dejado de ser candorosamente ingenuos.

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