Reflexiones desde el cursillo Ser apostol

Jesús apenas ha empezado su predicación y ya piensa reunir en torno suyo a sus colaboradores, ¿Para qué? Ciertamente no para que le ayuden, El se bastaba.  ¿Y qué ayuda podían prestarle aquellos rudos pescadores?.  Durante su vida nada, sino escuchar sus palabras y presenciar sus obras;...

Jesús apenas ha empezado su predicación y ya piensa reunir en torno suyo a sus colaboradores, ¿Para qué? Ciertamente no para que le ayuden, El se bastaba.  ¿Y qué ayuda podían prestarle aquellos rudos pescadores?.  Durante su vida nada, sino escuchar sus palabras y presenciar sus obras; Jesús apuntaba más lejos.Tenía prevista su muerte y para entonces quería dejar a los continuadores de su obra.Pescadores de hombres buscó Jesús, no buscó entre los grandes, entre los jefes de los judíos, ni en el potente partido de los fariseos, ni en las escuelas de los escribas, sino en el pueblo sencillo.Por esto nos dice San Pablo en (1Cor. 1-27,29) “Lo necio del mundo se escogió Dios para confundir a los sabios, lo débil del mundo se escogió Dios para confundir a los fuertes, lo vil del mundo y lo tenido en nada, lo que no es, para anular lo que es: para que no se gloríe mortal alguno en el acatamiento de Dios”.Jesús instruye y envía a sus apóstoles diciéndoles: “Vayan y anuncien que el reino de los cielos se ha acercado, sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de sus enfermedad a los leprosos y expulsen a los demonios”.   “ No lleven oro ni plata, ni ropa de repuesto, ni sandalias, ni bastón”.  Al entrar a la casa saluden a los que viven en ella, si la gente de la casa lo merece, su deseo de paz se cumplirá” (Mt.10- 5,12).Al leer estas palabras de Jesús naturalmente pensamos en la misión de los sacerdotes, pero no nos olvidemos de que todos los que formamos el pueblo de Dios, somos o deberíamos ser apóstoles, porque por el bautismo nos convertimos en profetas, o sea anunciadores de la palabra de Dios. Nosotros debemos ser apóstoles, tenemos que engrandecer el pueblo de Dios, expandiendo su palabra, enseñando el evangelio, es decir llevar la palabra a la convivencia social con nuestro testimonio de vida, con una coherencia total entre la vida y la fe.  No nos olvidemos de que la salvación de muchos depende en gran parte de nosotros, de hacerles conocer a Dios, esto es una exigencia básica del compromiso bautismal.Si amamos a Jesús, no nos costará hablar de El a nuestros familiares, amigos y compañeros de trabajo, o es que ¿Nos cuesta hablar de los seres que amamos?.Debemos ser apóstoles viviendo las virtudes de la fe, esperanza y caridad, esforzándonos en llenar de espíritu cristiano, el pensamiento, las costumbres y las estructuras de la comunidad. Creo que llevar el evangelio a los que no lo conocen, es llevarles la luz a los ciegos espirituales, es llevarles el amor de Jesús, para que el calor de su amor abrigue sus vidas.  Es llevarle el agua fresca al sediento de la verdad, es llevar la música que levantará el ánimo y despertará la esperanza en muchos corazones entristecidos.Ser apóstol es salvar las almas y salvar un alma es hacer reina a una esclava, es romper sin ruidos una cadena infinita de dolores.  Es embellecer con nuevas galas el palacio de Dios, es hacer deleitable la eternidad de los escogidos, es echar flores sobre las llagas de Cristo, es agrandar el cielo.Salvar almas es recoger del suelo diamantes caídos de la corona de Dios. Es estremecer de alegría el corazón de los ángeles, es hacer más gloriosa la pasión de Cristo.Que estas palabras levanten en ti esa bandada de propósitos que dormitaban en tu alma, déjalos caer en el surco de tu corazón y luego sal a sembrar las verdades del evangelio en la vida de tantas almas tristes que caminan sin rumbo y sin fe.

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