Y ahora, el oro gris

Carlos Laska, aseguraba que existían yacimientos de columbita en la provincia Franz Tamayo, en La Paz, cerca de Apolo.Pocos le prestaban atención a la casi obsesiva conversación de Laska sobre la columbita, principalmente porque casi nadie había oído hablar de eso que 50 años más tarde se...

Carlos Laska, aseguraba que existían yacimientos de columbita en la provincia Franz Tamayo, en La Paz, cerca de Apolo.Pocos le prestaban atención a la casi obsesiva conversación de Laska sobre la columbita, principalmente porque casi nadie había oído hablar de eso que 50 años más tarde se conocería como “el oro gris”. Así es como llaman ahora al coltán, pues una tonelada cuesta más de medio millón de dólares. Y el precio sigue subiendo.Además, por entonces, Bolivia estaba enfrascada en explotar sus recién nacionalizadas minas de estaño y enfrentaba el previsible “dumping” de la General Service Administration, que manejaba para Estados Unidos las reservas de estaño, que era todavía un “mineral estratégico”.En Bolivia, los pocos geólogos que existían (porque ni siquiera había facultad de geología, sino sólo un instituto, el Irgeo) no habían imaginado siquiera una prospección completa del país.La explotación del hierro del Mutún era sólo un sueño difuso y al litio ni siquiera se lo mencionaba. Pero Laska insistía en la columbita y en el coltán, del cual ahora aseguran que el Congo, en el África, tiene más del 80 por ciento de las reservas mundiales (como nosotros del litio). Y el coltán tiene ensangrentado al centro del Africa.Bueno, en realidad el coltán no, porque es un material inerte, sino quienes promueven, financian y sostienen guerras para conseguir ese “oro gris”, o sea las grandes empresas que lo utilizan para fabricar  teléfonos móviles, GPS, satélites artificiales, armas teledirigidas, televisores de plasma, videoconsolas, ordenadores portátiles, cohetes espaciales, misiles, juguetes electrónicos, cámaras de fotos y centenares de artículos más. Estamos hablando, entre otras, de las multinacionales Nokia, Alcatel, Apple, Nikon y Ericson, para las cuales el coltan es imprescindible.Un reciente de las Naciones Unidas sacó a la luz la explotación de los recursos naturales en el Congo, entre ellos, principalmente el del coltan. El informe señala que Ruanda, Uganda y Burundi están involucradas en el contrabando de Coltán en el Congo, usando las ganancias generadas por su alto precio para continuar las guerras civiles que allí desangran a esos países. Se estima que el ejército ruandés consiguió al menos 250 millones de dólares en 18 meses por la venta de coltán, a pesar de que no hay coltán en Ruanda. Pero, a pesar de las evidencias, todos los países involucrados en el conflicto niegan haber explotado los recursos naturales del Congo.De sólo pensar que efectivamente, en Apolo, en La Paz, se confirmara la presencia de coltan nos estremecemos. Porque el coltán tiene ensangrentados a Congo, Ruanda, Uganda y Burundí.Bueno, en realidad, como ya lo dijimos, no el coltán, que es un material inerte, como la plata, el litio o el gas de petróleo, pero ya sabemos quiénes los convierten en materia de conflictos. De eso, aquí sabemos bastante.

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