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Sobre “oeneges” y “think tanks”

Porque esos son, sin eufemismos, los “mandantes” reales de las ONG: sus financiadores, que pueden ser desde ciudadanos rasos que ponen su pequeña cuota voluntarias en un esfuerzo solidario, hasta organizaciones transnacionales de todo tamaño, como el Banco Mundial y de ahí para abajo.En...

Porque esos son, sin eufemismos, los “mandantes” reales de las ONG: sus financiadores, que pueden ser desde ciudadanos rasos que ponen su pequeña cuota voluntarias en un esfuerzo solidario, hasta organizaciones transnacionales de todo tamaño, como el Banco Mundial y de ahí para abajo.En nuestros países, todavía periféricos y subordinados (nos guste o no) sabemos poco de esos “think tanks”, expresión inglesa relativamente poco utilizada en español y  traducible literalmente como “tanque de pensamiento”, y que se ha intentado adaptar con distintas expresiones que no han alcanzado un uso extenso («laboratorio de ideas», «fábrica de ideas», «centro de pensamiento», «depósito de ideas».En todo caso la expresión se refiere a un tipo de institución que actúa generalmente en el ámbito de las ciencias sociales, puede estar vinculada o no a partidos políticos o grupos de presión, pero siempre se caracteriza por algún tipo de orientación ideológica marcada de forma más o menos evidente ante la opinión pública; dado que su actividad consiste en la reflexión intelectual (orientada desde algún supuesto ideológico) sobre asuntos estratégicos de política y economía nacional e internacional, que resultan en consejos o directrices que posteriormente los partidos políticos u otras organizaciones pueden o no utilizar para su actuación en sus propios ámbitos.Los «tanques de pensamiento» según los definen las enciclopedias, a menudo están relacionados con laboratorios militares, empresas privadas, instituciones académicas o de otro tipo. Normalmente se trata de organizaciones en las que trabajan varios teóricos e intelectuales multidisciplinares que elaboran análisis o recomendaciones políticas. Un «tanque de pensamiento» tiene estatus legal de institución privada, normalmente en forma de fundación no comercial. Los «tanques de pensamiento» defienden diversas ideas. Sus trabajos tienen habitualmente un peso importante en la política, también en la opinión pública. Esto es muy notorio particularmente en los Estados Unidos, pero dada la globalización ahora no es raro que existan en cualquier lugar del planeta.No siempre los think tanks tienen la notoriedad de las ONG, pero tampoco se empeñan en pasar desapercibidos. En América Latina abundan especialmente en Argentina y Brasil, pero existen hasta en Puerto Rico, que es sede del que se identifica como “Instituto Libertad y Democracia”.En todo caso, lo que no se puede discutir porque ha sido amplia y plenamente demostrado por la experiencia, es que esta clase organizaciones, estén dedicadas al indigenismo o a investigar la utilidad del agua para la navegación, siempre actúan para cumplir los objetivos de su financiador. Así de claro.

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