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Del Adviento y otras liturgias

Pero en términos generales se entiende por liturgia la forma con que se llevan a cabo las ceremonias.Según la liturgia cristiana, ayer domingo comenzó el Adviento, momento de preparación para la llegada del Mesías. “El Adviento es un tiempo de espera gozosa, de atenta vigilancia y sobre...

Pero en términos generales se entiende por liturgia la forma con que se llevan a cabo las ceremonias.Según la liturgia cristiana, ayer domingo comenzó el Adviento, momento de preparación para la llegada del Mesías. “El Adviento es un tiempo de espera gozosa, de atenta vigilancia y sobre todo de un cambio de vida”, proclamó algún obispo.Y no es vana esa proclamación, porque precisamente dos días antes la sociedad estadounidense, de la cual lamentablemente copiamos tantas cosas, protagonizó otra liturgia, pero de compras desaforadas, porque es el día “litúrgico” para significativos descuentos, a fin de rendirle culto al consumismo, que es el equivalente de otra religión, aunque presuma de ser laico.Y apoyémonos, precisamente, en un documento de la iglesia católica para referirnos a la importancia del laicismo. “Entre el Estado y la Iglesia debe existir - según el Concilio Vaticano Segundo - un mutuo respeto a la autonomía de cada parte”.De hecho, las sociedades practican rituales, o conjunto de ritos, con connotaciones de tipo religioso o no, tales como ceremonial en las bodas, entierros y demás momentos importantes de la vida individual o colectiva. Se supone que lo importante que se viene es el nacimiento de Cristo, pero todos sabemos que eso ha sido relegado por la fiebre comercial que hace años caracteriza a la temporada navideña.De manera que más que preocuparse y ocuparse de lo que su variable religiosa pide, muchos están ya pensando de dónde saldrá las plata para los regalos, que “sin regalos no hay Navidad que valga”.Pero el culto al consumo no es una peligrosa desviación de los ritos religiosos restringida a los Estados Unidos. Aquí mismo estamos viviendo otra desviación que puede llegar a tener connotaciones peligrosas: el Pachamamismo.Porque una cosa respetable es que se infunda respeto por la tierra (y perdón por la redundancia) y otra es que se fetichice tal respeto y se pretenda convertirlo no solo en nueva religión sino inclusive en expresión política, ignorando la importancia de que el Estado sea laico, porque es la única forma en que todas las variables religiosas sean respetadas.El respeto por la tierra ya estaba incorporado en nuestra cultura, con singular sincretismo, en ceremonias como la “challa” para la cual se destinaban días precisamente próximos a ceremonias del calendario religioso católico, como los carnavales y se administraba eso con aceptable aceptación de parte y parte.No vayamos a perder ese equilibrio mestizo sincrético, que es el que caracteriza y enaltece a nuestros pueblos latinoamericanos, retrocediendo hacia formas fundamentalistas, como la mencionada histérica compra de la víspera de Adviento en Estados Unidos, que ya mencionamos, ni al Pachamamismo. Ambos son extremos indeseables.

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