América del Sur y la vitalidad de los movimientos nacionales populares

La década perdido de los 80 y la década neoliberal de los 90, llegan a su fin, por este cambio estructural mundial de raíz político - histórica, y se inicia el siglo XXI en América del Sur , con una oleada de gobiernos cuyos sellos, más allá de sus particularidades, es que son Movimientos...

La década perdido de los 80 y la década neoliberal de los 90, llegan a su fin, por este cambio estructural mundial de raíz político - histórica, y se inicia el siglo XXI en América del Sur , con una oleada de gobiernos cuyos sellos, más allá de sus particularidades, es que son Movimientos Nacionales Populares.Esta aplicación, no siempre es entendida, por políticos e intelectuales de los centros de poder e incluso de la “intelligentzia” vernácula, y no se asemejan a los nacionalismos totalitarios europeos, ni a los socialismos burocráticos, ya que con ese concepto pretenden identificarlos, en forma dogmática y a-histórica.En verdad, reflejan el renacimiento de los Movimientos Nacionales Populares cuyos parámetros son: restablecer la autoridad política del Estado y de la actividad política como transformadora de la comunidad, recreación del mercado interno , diferenciar entre desarrollo y crecimiento, desarrollo significa equidad y distribución de la riqueza, generar movilidad social ascendente donde el núcleo sean los más pobres, impulsar la educación como el nuevo nombre de la justicia social y recuperación de la dignidad de la Patria Grande en la hora, más que de los bicentenarios , de la Segunda Independencia.Esto se alinea en el legado de San Martín y Bolívar, Perón, Ibáñez y Vargas, y con Kirchner, Lula y Chávez tiene su momento de esplendor al rechazar el ingreso al ALCA en Mar del Plata en el 2005, y con la sumatoria luego de Correa, Morales, Lugo y Mujica. Estamos en el horizonte con la UNASUR del Estado Continental industrial sudamericano, único tipo de Estado con capacidad de soberanía, en un sistema mundo de “orden” multipolar, que va tomando forma en el nuevo milenio.América del Sur posee potencialidad energética, acuífera, alimentaria, en recursos naturales y en biodiversidad que la tornan estratégica en el Siglo XXI.La academia angloamericana insiste en tildarnos de “democracias sin República”, “democracias iliberales”, “populismos totalitarios en contraposición a populismos republicanos”. nada más erróneo, en nuestra opinión, que esta clasificación o tipología dogmática y encapsuladora.En una situación en que el capitalismo casino mundial genera una “crisis estructural” desde los mismísimos centros de poder político financiero , por lo que si en forma de ejercicio, aplicásemos sus categorías geopolíticas, podríamos denominarlos sin ningún problema Estados Fallidos o República Imperial Fallida, y en la que sus sistemas políticos no contienen a sus pueblos , allí reside el movimiento de los “INDIGNADOS”, nacido en Mayo en Madrid y que llegó en setiembre a Nueva York, son una reacción espontánea ante la prepotencia del sistema financiero y ante la funcionalidad de los Estados centrales, con el sistema financiero en detrimento de sus pueblos. Raras formas de democracia en pleno siglo XXI.Y esto abarca desde la socialdemocracia europea a los republicanos - demócratas norteamericanos y a los conservadores xenofóbicos.Y América del Sur, surge vigorosamente vía sus Movimientos Nacionales Populares .Nacionales porque sus banderas son la Patria Grande de Ugarte y populares, porque lo Social está subordinado a lo nacional, es decir que no es un planteo social arcaizante y vacío.Y en la Hora de la Segunda Independencia, en este mundo occidental de fuerte escepticismo, recobra el grito que en forma de interrogante, lanzó el genial dominicano miembro de la Generación Latinoamericana del 900, Don Pedro Henríquez Ureña: ¿Si la Utopía no se materializa en Nuestra América, donde encontrará asilo?”.

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