Las hermanas Mirabal

aunque parece que eso no contribuye a que disminuya.Ni siquiera porque tales organizaciones, entre las cuales la más grande y también la más improductiva parece ser la de las naciones unidas, se han ocupado de llenar el calendario con “días internacionales” dedicados a esta o a esta otra...

aunque parece que eso no contribuye a que disminuya.Ni siquiera porque tales organizaciones, entre las cuales la más grande y también la más improductiva parece ser la de las naciones unidas, se han ocupado de llenar el calendario con “días internacionales” dedicados a esta o a esta otra forma de maltrato. Pero el maltrato sigue.Si nos apegáramos a esa liturgia de los días internacionales dedicados a esta o aquella forma de maltrato deberíamos escoger entre dedicarnos a los animales o a las mujeres, porque aunque suene patético coinciden ambos días internacionales. Pero por supuesto que tenemos que privilegiar a nuestra propia especie y dejaremos aquello del maltrato a los animales para quienes creen que a sus semejantes ya no los maltratan en ningún lugar del mundo. No faltarán los ingenuos que sí lo creen.El Día Internacional de No violencia Contra la Mujer (así, con mayúsculas) es un homenaje póstumo a tres hermanas, criminalmente sacrificadas durante la dictadura en República Dominicana de Rafael Leónidas Trujillo, uno de los sátrapas más sanguinarios que han brotado como hongos malignos en estas tierras americanas, generalmente abonados por quienes mandan desde Washington.Para mencionar a las víctimas de Trujillo, solo para mencionarlas, no alcanzarían las páginas de este periódico. Entre ellas están las tres hermanas: Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, cuyo asesinato no debe quedar impune sino marcado en forma indeleble en la historia americana.En honor a esas valientes mujeres, cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer. Esto fue establecido en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en Bogotá, Colombia en el año 1981.Eso fue lo que el pasado viernes recordamos con dolor y con vergüenza. Han pasado 50 años desde aquellos ignominiosos asesinatos y aunque Trujillo creyó en el momento que había eliminado un gran problema. Sin embargo, el asesinato le trajo muchos inconvenientes y fue el principio de su desgracia. La muerte de las Mirabal causó gran repercusión en la República Dominicana. La publicidad resultante provocó que el pueblo dominicano se mostrara cada vez más proclive a apoyar a las Mirabal y sus ideales. Esta reacción contribuyó a despertar conciencia en el público y finalmente culminó con el asesinato del dictador el 30 de mayo de 1961.Aunque inmediatamente después de la dictadura se armaron espectaculares juicios por la muerte de las Mirabal, el tribunal condenó a los principales acusados a la pena máxima de 30 años, , aunque realmente nunca las cumplieron, tiempo después y con la ayuda de grupos militares trujillistas fueron provistos de pasaportes y sacados de la República Dominicana.Con este pequeño comentario contribuimos, entonces, a que tenga más sentido real y no solo tenga protocolo eso de censurar, sin ninguna clase de concesión, la violencia contra las mujeres.No debe ser sólo tema de hora cívica.

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